Las Tunas.- Este año, por una decisión del país, la unidad empresarial de base (UEB) puerto Carúpano tiene el encargo de atender la demanda de la economía interna, fundamentalmente en actividades relacionadas con la recepción y el despacho de algunos productos incluidos en la canasta básica normada de la provincia.
Lo confirma Ángel Fonseca González, director adjunto de la empresa de servicios portuarios Centro-Este, a la que está adscripta esta instalación, y detalla que para asumir la nueva misión reacondicionaron el almacén 5, especializado en azúcar a granel, y con una capacidad de 10 mil toneladas para recibir carga general, donde crearon otras condiciones para garantizar la entrada al puerto de embarcaciones de cabotaje-patanas.
Fonseca González recuerda que, durante el 2023, el azúcar de la canasta básica de las provincias orientales y de La Habana pasó por los hombros de los estibadores de esta instalación, y ahora con esa experiencia y la misma voluntad ellos acometen la tarea, de singular importancia desde el punto de vista social.
Destaca el directivo que el cambio es una respuesta acertada porque ayuda al ahorro de combustible, "ya desde el territorio no es necesario enviar camiones a los puertos de Nuevitas (Camagüey) y de Santiago de Cuba para trasladar algunos de esos alimentos como el azúcar, el chícharo y el frijol".
La transformación llegó, además, para darle ciertos "aires de bonanzas" a la instalación, que languidecía impactada como ninguna por la paralización de las actividades de importación y exportación de azúcar, palanquillas…, que en otros tiempos la convertía en un sitio de referencia y una codiciada plaza laboral.
A pesar de las ventajas citadas, "el cambio nos ha condenado a la saquería, cuya manipulación exige mayor esfuerzo físico de los estibadores y los ingresos no lo compensan", enfatiza Walter Velázquez Jorge, el director de la UEB, y señala que también afecta al salario la falta de transporte porque frena el flujo productivo continuo y el cumplimiento de las normas establecidas por el sistema de pago a destajo colectivo que establece la manipulación de 60 toneladas de carga por proceso.
Los bajos ingresos son la causa principal del éxodo de la fuerza laboral hacia otros oficios que exigen menos esfuerzos físicos y son mejor remunerados, y hoy solo tienen ocupadas 119 de las 191 plazas que conforman la plantilla, otro desafío para quienes apuestan por la permanencia y realizan diversas labores que perjudican el cumplimiento de la norma antes mencionada.
No obstante, contra viento y marea los trabajadores de puerto Carúpano apuran el despacho del azúcar y otros alimentos de la canasta básica que arriban a sus áreas, sin dejarse vencer por la inconformidad con los bajos salarios y otras expectativas insatisfechas, porque encuentran la satisfacción en la importancia de su misión a favor del bienestar del pueblo y tienen la confianza de que más temprano que tarde llegarán las soluciones.