Las Tunas.- Los recursos para la prevención del mosquito Aedes aegypti llegaron un poco tarde a las manos del personal de Salud, pero ellos, desde sus inventivas, buscaron las formas de acercarse a cada uno de los hogares para librar esta campal batalla que ahora es que comienza.
“El índice de infestación en la provincia por la enfermedad del dengue transmitida por el mosquito, es superior con respecto al ciclo anterior; resultado de mayor efecto aquí son las áreas de Salud ubicadas en el Policlínico Piti Fajardo, de Las Tunas y el Romárico Oro, en Puerto Padre”, informó la directora del Centro Provincial de Higiene y Epidemiología, Yusmara Acosta García.
Una de las mayores incidencias que se aprecian en cuanto a estos casos, es que se encuentran ubicadas en manzanas reiterativas, lo que lleva a determinar que resulta necesario intensificar el trabajo focal, evaluar quiénes son los jefes de brigadas y hacer labores educativas con los trabajadores que atienden cada una de estas para así lograr disminuir la cadena de contagios.
Otra de las grandes problemáticas a las que se deben enfrentar en este ciclo las autoridades sanitarias, es la que en muchos centros de trabajo poseen focos de mosquito, los que no se deberían encontrar en listados con letras rojas, porque en cada institución hay personas encargadas de velar por la supervisión de depósitos con agua.
Para estos centros laborales también hay medidas a aplicar que van desde multas a sus dirigentes hasta sanciones administrativas a aquellos que sean responsables de velar por la calidad sanitaria de los establecimientos.
“Estamos en medio de un escenario complejo, enfrentamos condiciones difíciles y no las negamos, pero lo primero que debemos hacer es cumplir cada medida desde las comunidades, con la ayuda de la población y organismos como Servicios Comunales", añadió Viviana Gutiérrez Rodríguez, directora provincial de Salud.
Y es que una de las mayores causas de la propagación es el número de fosas vertiendo, que llegan a la cifra de 560. La eliminación de microvertederos, que en el municipio cabecera ascienden a 17, también representan un riesgo para la salud de la población.
“La batalla debemos ganarla desde el barrio, y todo esto con el apoyo del Grupo Comunitario de Trabajo, entes fundamentales en esta etapa, pero siempre cumpliendo con la misión de insistir en la responsabilidad colectiva, porque debemos parar la transmisión y llevar a cabo acciones de sostenibilidad para erradicar estas problemáticas”, concluyó el miembro del Buró y primer secretario del Partido Comunista de Cuba en la provincia, Manuel Pérez Gallego.
