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Ulises rey 1

Las Tunas.- Ulises Espinosa Núñez, el hombre curtido que ahora tengo delante, es el mayor de los ocho hijos de Rafaela Núñez (Fela) y Aquiles Espinosa, el "comunista, muy activo y peligroso" según Fermín Cowley Gallegos (el Chacal de Holguín), al que mataron a punzonazos en los días terribles de las Pascuas Sangrientas.

"Me acuerdo muy bien de la noche en la que se lo llevaron. Yo tenía nada más que 8 años de edad, pero ya estaba acostumbrado a andar los trillos con mi papá allá en Sabanilla, el pueblito que ahora pertenece al municipio de Majibacoa y donde pasé una infancia feliz, a pesar de todo".

La mirada se le pierde y los recuerdos parecen devolverlo a la noche de aquel 25 de diciembre. Regresaban a la casa después de una fiesta muy especial; porque celebraban el año viejo, sí, pero también era el aniversario de que sus padres se conocieran y el jolgorio había sido en el mismo sitio en el que cruzaron los jóvenes la primera mirada.

Ella, embarazada de poco más de siete meses y junto a la prole de otros seis muchachos que ya tenía el matrimonio, iba con Aquiles de regreso a la casa. Llegaron adonde los isleños, una vivienda vecina con la que tenían muy buenas migas. Allí le dijeron a él que no siguiera con el grupo, que corría peligro; pero no hizo caso.

ulisesA Ulises lo despertaron, al otro día, los gritos terribles de su mamá. Todavía recuerda cómo corrió a su lado y se atreve a desmentir a quienes han dicho que los hijos vivieron atentos el momento en que se lo llevaron.

"En la casa todos dormíamos cuando llegaron los guardias, ningún hijo se despertó. A nosotros nos sacó de la cama el llanto de mi madre, con aquella barriga enorme y nosotros chiquitos. Todo el mundo se movilizó a buscarlo porque estaba claro que no se lo habían llevado para nada bueno". 

Se filtró entonces la información de que allá por Cuatro Caminos, en el cementerio de Sarandico, estaban las armas de Aquiles. Y para allá corrió todo el mundo.

"Mi tío me acercó para que lo mirara y eso hice; no lloré, me limité a observarlo. Estaba colgado de un árbol y tenía el gesto de una sonrisa en los labios. No puedes dejar de poner eso, mi papá siempre tenía una sonrisa linda, amplia, le llenaba toda la cara.

"Después supe que le habían dado con un punzón 51 veces en el cuerpo, y cuando saqué los restos para llevarlos al panteón de los combatientes, ya en el año 1975, noté que tenía el cráneo rajado de un lado a otro. Así que le dieron un buen golpe en la cabeza. Tenía 36 años cuando lo masacraron así".

Devolvieron su cuerpo a la casa de la que lo sacaron a la fuerza. Allí lo velaron. Y cuentan que fue la primera vez que a Sabanilla llegaron servicios funerarios. Y la gente miraba al muerto y se sorprendía de que las velas no estuvieran montadas en las cepas de plátano, como era habitual y, por el contrario, lucieran en unos candelabros tan bonitos. Fue mucha gente y, entre las coronas, había una del Movimiento 26 de Julio (M-26-7). 

"Me he molestado, en determinados momentos, por el enfoque que se ha dado a la historia local en algunos aspectos. Hay un vacío entre los años 1952 y 1956, pareciera que aquí no ocurrió nada contra Batista y pasan por alto que vivieron dos hombres, Aquiles Espinosa y Pelayo Cusidó, que desde el 10 de marzo salieron a combatir el golpe de estado, estuvieron al frente de las protestas, se fueron al Ayuntamiento, llamaron a la Capitanía de Las Tunas, organizaron a la gente aquí.

"A mí no me quedan dudas de que mi papá era del M-26-7. Es cierto que él fue antes de la Izquierda Radical Auténtica, pero nunca vio la lucha como sectaria; no tuvo reparos en disolver la Triple A, la organización que había fundado con Pelayo Cusidó y eso, no me caben dudas, fue para integrarse a la lucha de Fidel Castro".

Defiende sus argumentos con la pasión del que se sabe parte. Y habla de Aquiles, su papá, con el orgullo inmenso del que ha tenido que reconstruir parte de su propia historia de vida desde la voz de quienes le conocieron.

"Aunque, déjame decirte, yo disfruté mucho a mi papá, en todos los sentidos. Nunca me faltó el juguete el Día de Reyes, en los días del trabajo en el campo, recuerdo que él iba delante y yo detrás, echando la semilla de maíz o el arroz, y luego mi tío, sellando el hueco.ulises1

"Me traía a Tunas a pasear. Recuerdo que con él estuve por primera vez en un carnaval. Después me trajo a hacerme una foto, porque yo nací con pelo lacio y tenía una melena por los hombros, y él quería hacerme una.

"De esas curiosidades que tiene la vida, la foto me la hizo Gallo, pionero de la prensa por acá, lo supe muchos años después de papá morir porque estaba puesto el nombre del fotógrafo detrás de la imagen y me di cuenta un día, casi por casualidad.

"También me llevó a algunos de sus mítines. En el lugar que le llaman Vista Alegre, en Las Arenas, recuerdo que aquello acabó con tiroteo. Fue en el portal de la casa de los Urquiza y todo, pensaba yo entonces, porque mi papá decía cosas, y era irreconciliable con eso". 

Aquiles Espinosa escogió el nombre de todos sus hijos; incluso de los mellizos que nacieron poco más de dos meses después de su muerte. Y eso, porque había dejado los nombres a la partera, y ella los dijo cuando el alboroto por el nacimiento de un niño y una niña inundó la casa, en esos días marcada todavía por el luto.

Fue, afirma Ulises, un padre delicado y siempre presente. "Su gran pecado era la valentía por encima de todas las cosas, y con una ingenuidad que llegaba a ser terrible", afirma mientras se encierra un largo silencio.