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La Habana.-La implementación de la Ley de Soberanía Alimentaria y Seguridad Alimentaria y Nutricional (SSAN) y de las 63 Medidas para Dinamizar la Producción Agropecuaria no logran aún el impacto deseado en la producción de alimentos, afirmó hoy Jorge Luis Tapia Fonseca, vice primer ministro de la República.

Al presentar durante la segunda jornada del I Período Ordinario de Sesiones de la Asamblea Nacional del Poder Popular los resultados en la ejecución de la normativa - aprobada en el año 2022- señaló que los organismos, entidades y órganos locales deben asumir las responsabilidades que les corresponden jurídicamente, teniendo en cuenta lo establecido en la Ley SSAN.

Afirmó que los planes anuales de la economía y el inmediato (2024), deben reflejar las potencialidades reales productivas de cada territorio en lo relativo a los procesos de siembra, producción, transformación, contratación y comercialización de alimentos. 

En el Palacio de Convenciones de La Habana señaló que la implementación de la ley incluyó la formación de capacidades con proyección territorial y comunitaria y para ellos se capacitaron 23 mil 297 personas en todo el país.

Con el fin de evaluar aspectos concernientes a la implementación de la Ley y otros relacionados con la producción de alimentos, añadió, se constituyeron tres comisiones presididas por el gobierno central, que de abril a junio realizaron un chequeo en 133 municipios.

Entre las principales problemáticas identificaron una inadecuada articulación entre la Ley y las Estrategias de Desarrollo Local en varios municipios, y lentitud en el proceso de creación de autoconsumos en las entidades de la producción y los servicios.

Tapia Fonseca precisó que son insuficientes los niveles de siembra y las existencias de cultivos en las viandas, fundamentalmente aquellas menos exigentes a los paquetes tecnológicos como el plátano, la yuca, el boniato y la malanga.

Igualmente se identificaron insuficiencias en las producciones de las empresas estatales agropecuarias, que aportan entre un 15 y un 20 por ciento a la producción.

De los cinco kilogramos de proteína animal mensuales per cápita, sólo se han alcanzado 438 g/habitantes en 2022 y en mayo de 2023, descendió a 347 g por falta de celeridad en la construcción de módulos pecuarios, la dotación de masa básica de las diferentes especies y la producción de alimento animal, puntualizó el funcionario.

Como parte de las acciones prioritarias mencionó que los esfuerzos estarán dirigidos a controlar los planes de siembra y producción diferenciadamente en los municipios más productivos del país, con compromisos de abastecimiento a La Habana y a las cabeceras provinciales.

El vice primer ministro se refirió a identificar las necesidades y capacidades productivas de los municipios en el autoabastecimiento alimentario, teniendo en cuenta las demandas nutricionales de la población a alimentar, las cuales deben incluirse en la elaboración del Plan de la Economía 2024.

Debe incrementarse la creación de autoconsumos organopónicos en los centros laborales y comunidades como parte de los Sistemas Alimentarios Locales, y elevar la eficiencia en la producción.

Perfeccionar el seguimiento a las fuentes de financiamiento internas identificadas para el sector agroalimentario, especialmente en la cartera de préstamo de las entidades del sistema de la agricultura, incluyendo los productores (créditos para la comercialización) y trabajar en la creación y consolidación de un mercado mayorista de insumos para los productores agropecuarios de todas las formas de gestión, son otras de las cuestiones a las que se prestará atención.