Las Tunas.- No son los fríos números los que muestran la dolorosa realidad; es el anciano que regresa de la farmacia con las manos vacías; el niño que no tiene al alcance el mejor tratamiento para su enfermedad; el paciente con cáncer que no puede acceder a modernas terapias; son las familias a las que el bloqueo económico, comercial y financiero de Estados Unidos les niega los derechos más elementales.
Eso y más lo viven y sufren los hijos de esta tierra, los mismos que han debido echar mano a la creatividad para esquivar el cerco e impulsar al país, porque rendirse nunca ha sido una opción. En un sector tan sensible como la Salud Pública resulta imposible ignorar el impacto negativo de esa inhumana e injustificada política.
El hospital Ernesto Guevara de la Serna, principal instalación sanitaria de Las Tunas, enfrenta cada día las carencias de materias primas, reactivos, medios de diagnóstico, medicamentos, dispositivos, equipos y piezas de repuesto. Así lo afirmó el doctor Rogelio Pérez Rivero, subdirector de Medios Diagnósticos y Terapéuticos de ese centro asistencial.
En la extensa lista de faltas mencionó los citostáticos, usados para tratar las enfermedades oncológicas y hematológicas malignas. Los profesionales no pueden aplicar los protocolos actualizados a nivel internacional y deben usar otros antiguos que no tienen la misma efectividad.
“El bloqueo nos impide usar los medicamentos de nueva generación para brindar a nuestros pacientes el tratamiento que realmente requieren según la clasificación, el estadio y el tipo de enfermedad”, expuso.
Otro grupo en falta son los analgésicos, esenciales para aliviar el dolor, sobre todo después de una intervención quirúrgica o en quienes llegan al hospital con politraumas como cólicos nefríticos.
Hay déficit de los relajantes musculares, antibióticos, esteroides, anestésicos, analgésicos, cardiotónicos y muchos otros. “Es importante resaltar dentro de los antibióticos, los que son en suspensión, generalmente empleados en el tratamiento de los niños pequeños, no hemos podido comprar las materias primas para su producción”, puntualizó.
Asimismo, existen dificultades con los antibiogramas y solo pueden realizarse los cultivos de las diferentes secreciones para identificar el germen, pero no cuál de los antibióticos tiene mayor sensibilidad. Igualmente preocupan las ausencias de insumos necesarios para la atención como guantes, jeringuillas, suturas, sondas, marcapasos, gasas, algodón, entre otros.
Durante este año de enfrentamiento a la pandemia, el bloqueo se ha recrudecido, haciendo caso omiso a la comunidad internacional. Sin embargo, una vez más el Sistema de Salud Pública ha demostrado su fortaleza y valía. “A pesar del bloqueo y de la situación epidemiológica -afirmó- seguimos trabajando con amor, responsabilidad, cientificidad y creatividad para dar la mejor atención posible a nuestro pueblo”. Es esa la mejor respuesta de los profesionales de las batas blancas que no cesan en el empeño de salvar vidas.
