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Las Tunas.- A un año de confirmarse en Cuba los primeros casos positivos del coronavirus SARS-CoV-2, causante de la Covid-19, la provincia de Las Tunas ha reportado más de 440 personas contagiadas y la presencia del virus en sus ocho municipios, saldo general que la ubica como la de menor incidencia en el país.

El doctor Aldo Cortés González, subdirector del Centro Provincial de Higiene, Epidemiología y Microbiología, declaró a la Agencia Cubana de Noticias, que días después de diagnosticarse en Cuba los tres primeros casos, esta provincia oriental reportó su primer contagio, un ciudadano italiano en el norteño municipio de Jesús Menéndez, y días después se confirmó su esposa.

Desde un primer momento la preparación de todo el Sistema de Salud, de la población tunera y de las estructuras del Estado fue vital para enfrentar a un virus de carácter desconocido como el SARS-CoV-2, de ahí que la atención a los primeros casos positivos estuvo condicionada por la presencia de más de seis mil viajeros internacionales, subrayó Cortés González.

Podría decirse que Las Tunas ha sobrellevado esta situación con cierto éxito, pero nada de eso pudiera afirmarse sin el trabajo constante y profesional que ha realizado Salud Pública, implicando a todos sus programas desde la Atención Primaria, dándole protagonismo a cada persona, sin importar el puesto que ocupa, y enfrentando cada reto con mayor compromiso y responsabilidad.

El directivo señaló, además, que la integración sistémica de todos los factores de la salud, bajo la gestión organizacional de las estructuras gubernamentales, hizo posible que en los inicios de la situación epidemiológica Las Tunas exhibiera un escenario favorable, reafirmándose como la segunda provincia de menor incidencia de la Covid-19.

Mientras el país vive lo que se ha denominado como tercera oleada de la enfermedad, el Balcón de Oriente mantiene una tasa de afectación de 11.3 detectados por cada 100 mil habitantes, aun así son estrictas las medidas adoptadas en la tercera etapa de la fase recuperativa y se activaron las alarmas tras la reciente confirmación de dos focos de carácter institucional.

La población tiene que entender que esta situación requiere de un nuevo código de vida, agregó, que va desde el lavado sistemático de las manos hasta el uso obligatorio del nasobuco, pero también incluye acciones más puntuales que dictan otras formas de hacer las cosas y que permitan prevenir el contagio, aun cuando el país logre la aplicación masiva de las vacunas.

A un año de la llegada a Cuba del nuevo coronavirus, no hay espacio para el cansancio desde ninguno de los frentes, todos los recursos y esfuerzos están puestos en controlar la propagación de la enfermedad y que con la cooperación de todo el pueblo, las cifras continúen bajando, con idependencia de que en estos momento es la de menor incidencia en el país.

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