Las Tunas.- Luis Manuel Cervantes Vázquez es un hombre ingenioso e innovador. Desde que trabajaba en la fábrica de estructuras metálicas Comandante Francisco (Paco) Cabrera tenía inquietudes sobre inventivas y aprendió a fundir aluminio. Después se fue a laborar en el Grupo de Estudios Cubanos de Arquitectura (GECA); hasta llegar al mundo del plástico y trabajar desde hace 25 años en Vascal.

“Aquí he sido feliz -dice y su risa se ilumina-. Más ahora que la empresa nos arrendó este taller de piezas plásticas y lo hemos convertido en un negocio de familia, con mi esposa Talena Green Mayer y nuestros hijos Luis Manuel y Luis Daniel, lo que nos ha posibilitado, además, crecer en el ámbito familiar y permitirles a los muchachos mantener la tradición en el futuro.

“Cuando nos arrendaron el taller estaba deteriorado y me fui a buscar experiencia a Santa Clara, que es pionera en la industria del plástico. Allá llegué con un pie de rey, una cinta métrica y una cámara fotográfica y estudié cada uno de los equipos que existían. Ya con los conocimientos fabriqué cada una de las máquinas que tenemos aquí para la fundición y fabricación de cada pieza”.

“Esta ha sido una experiencia muy bonita -expresa Talena-. La fabricación de elementos de plástico genera mucha suciedad y ver cómo se van conformando las piezas es reconfortante. Si a eso le agregas trabajar con tu esposo y los muchachos, pues entonces me siento más realizada.

“Las fábricas de piezas plásticas se crearon para sustituir determinadas importaciones, aprovechar los desechos de materias primas y los hierros con los cuales se construyeron las máquinas, además de los productos que se comercializan, deficitarios en la provincia”.

El taller de Vascal, en el municipio de Las Tunas, arrendado a la familia Cervantes Green fabrica mangueras, tuberías para instalaciones eléctricas, hidráulicas y sanitarias, que se comercializan para la vivienda, la agricultura y el comercio que los vende a la población, y constituye una lección del encadenamiento productivo entre la empresa estatal y los nuevos actores económicos.

Sus integrantes ahora le dan vida a un proyecto para lograr hacer el molde de la cubeta para pintura de 3,8 litros, una producción muy demandada y así darles respuesta a las necesidades del país y ofrecer su aporte a la economía nacional.