Majibacoa, Las Tunas.- Alrededor de 60 pacientes reciben diariamente atención médica especializada en la Sala de Rehabilitación perteneciente al policlínico 7 de Noviembre, de Majibacoa.

Un equipo multidisciplinario se encarga de la recuperación de quienes llegan allí después de haber rebasado dolencias de alto riesgo para la vida, tales como los accidentes cerebrovasculares y de tránsito. Estos últimos, en su mayoría, tienen que pasar por varias consultas, pues en no pocas ocasiones las personas han presentado politraumatismos severos debido a los golpes recibidos, precisa la doctora Yudelmis Roig Barreto, jefa del servicio de Rehabilitación.

"Aquí vienen personas de todas partes de Majibacoa, incluso, tenemos pacientes del municipio de Las Tunas porque escuchan las recomendaciones de la sala y las favorables condiciones tecnológicas que tenemos, a pesar de la situación económica del país.

"Otra de nuestras fortalezas está en la preparación del personal, altamente capacitado, lo que nos ha permitido ahora mismo contar con 12 consultas, incluidas dos de mucha importancia y sensibilidad como la infantil y la de embarazadas, en la que se preparan a las mujeres para el parto mediante la enseñanza de técnicas de relajación y la aplicación de métodos terapéuticos", explica la especialista.

Después del intercambio con el colectivo médico, 26 buscó en la sala de espera criterios entre los más avanzados en sus tratamientos y todos refirieron mejorías -unos más, otros menos-, y optimismo. Muy bien hablaron del trato allí, sin importar la función de quienes los atienden.

"Aquí esa es otra medicina", dijo una doctora que iba de paso. Durante años este servicio ha sido clave en la reinserción social de muchos a los que se les habían apagado los sueños al despertar en una cama de hospital, horas después de haber sufrido un lamentable hecho cuyas consecuencias parecían irreversibles.