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Las Tunas.- Toda nuestra vida es química, esa verdad que se nos escapa en lo común de lo cotidiano la ha descubierto, poco a poco, Héctor Manuel Domínguez Pérez, estudiante del instituto preuniversitario vocacional de ciencias exactas (Ipvce) Luis Urquiza Jorge. En este sendero, cada nuevo paso parece estar en la dirección correcta, así lo avala la reciente medalla de oro, obtenida en la 27 Olimpíada Iberoamericana de la especialidad (OIAQ).

Nos comenta que su vocación por esta ciencia creció en el bachillerato, aunque ya portaba cierta inclinación devenida de la influencia familiar; aún siendo concursante de Matemática. De su preparación para la lid hablamos en un diálogo vía WhatsApp, en el que destaca el respaldo del experimentado profesor Orestes Landrove y de pedagogos de la Universidad de La Habana, algunos de ellos antiguos competidores de la asignatura, y que trasladaron sus saberes a los integrantes de la preselección nacional.

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"En la Olimpíada se evaluó mucho Química Analítica tanto en el teórico como en el práctico y, aunque aconteció en Ecuador, participamos de manera virtual. Fue una experiencia muy positiva en todos los sentidos.

"Ahora tengo previsto una preparación muy intensa. A largo plazo el objetivo es la Olimpíada Internacional, pero a corto tiempo tenemos muchos eventos, la Copa Regional, Nacional y los concursos a nivel provincial y a escala país. Además, colaboro con el entrenamiento a estudiantes de otras provincias; por ahora ese es el propósito y el calendario", refiere el joven que contendió contra otros 65 estudiantes de 18 países, entre ellos, sus compañeros, de los cuales Mario Luis Pérez Brito, de Sancti Spíritus, también se situó en lo más alto del medallero.

De esta ciencia que no propende a grandes notoriedades, Héctor se siente aprendiz agradecido. Cada vez con mayor certidumbre advierte que es fundamento de proezas de la industria biotecnológica, de hazañas espaciales, maravillas de la técnica… del mundo actual y de grandes aventuras de la humanidad en el siglo XXI.

"Es un estudio que aporta integralidad, te convierte en una persona con conocimientos disímiles; ya la experiencia me lo ha demostrado. Conocer y abundar en este campo ofrece una buena base de Matemática, Física, Biología y Bioquímica", abunda este novel descubridor con las energías para un día crear.

La Química, sostienen los conocedores, proporciona medios para interrogar al pasado, explorar el presente y tender puentes hacia el futuro. Esa estela de indagaciones y hallazgos puede encontrar vía en el andar de este joven: “Toda esta preparación es una antesala, porque me interesa estudiar Química Pura y pienso que por el contenido que he recibido tendré una muy buena base para los estudios universitarios. Asimismo, colaborar con la preparación de otros alumnos me ha aportado en lo pedagógico y en lo personal. Me quedo con todo lo positivo de esta vivencia".

A partir de los elementos constitutivos de la materia se crean nuevos elementos, he ahí uno de los principios de Química; campo al que Héctor Domínguez se acerca con avidez creciente. El compromiso con el conocimiento es, diríamos, una verdad virtuosa que aflora en quienes, como él, procuran desentrañar el mundo.

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