Fuente de las Antillas. Foto: Reynaldo López Peña.

Las Tunas.- Aquí se recuerda mucho a una mujer que esculpía sueños con las manos, y aunque no era tunera, no pocos la sintieron como tal. Hace 15 años partió al cielo, pero sus obras literalmente andan por ahí, unas emplazadas en forma de escultura o murales, otras en recuerdos y anécdotas de quienes la conocieron y vieron en ella a la líder del movimiento escultórico que haría grande a esta provincia, allá por los años 70 y que hoy, 14 de junio, cumpliría años.

No es muy difícil adivinar su nombre: Rita Longa, la artista gracias a la cual -en gran medida- debemos el epíteto de Capital de la Escultura Cubana. Y, cierto, ya no tenemos la misma efervescencia de aquellos brillantes años, pero resulta imposible olvidar a la autora de la Fuente de las Antillas, símbolo tridimensional de nuestra ciudad, inaugurado el 24 de febrero de 1977.

Nieta de Rita Longa. Foto: Miguel Díaz Nápoles.Hace solo unas horas visitó la provincia su nieta, Ana María Álvarez-Tabío Albo, también albacea de su obra. Emotivos resultaron los encuentros con creadores locales, algunos de los cuales compartieron con la "Longa" en aquellos inolvidables encuentros de escultores, impulsados en Las Tunas a partir de la segunda mitad de la década del 70. Ella los trajo aquí, eso no debe olvidarse, como tampoco que llegó a nuestros predios gracias a la invitación de Faure Chomón, a su vez sugerido por la etnóloga Natalia Bolívar, según esclarece a 26 la crítica de arte Iris Cruz.

Si somos sinceros reconoceremos que, aunque no la olvidamos, aún tenemos deudas con tamaña escultora. A mí, en lo particular, me duele que la fachada de la casa donde vivió en el Balcón de Oriente, al frente de la Fuente de las Antillas y cercana al río Hórmigo, muestra una pobre señalización. Siento que le debemos un monumento, una casa museo, algo grande. La Galería Taller de Escultura con su nombre, única de su tipo en Cuba, atesora obras suyas y de otros autores relevantes, pero hoy las condiciones allí no son idóneas para abrazar esos tesoros.

Hasta su Fuente…, en algunas ocasiones, ha sido intervenida incorrectamente por Comunales u otra entidad, como han señalado artistas al estilo de Nover Olano. Eso sin contar que, a pesar de múltiples gestiones del Centro Provincial de Patrimonio, aún ese extraordinario conjunto escultórico no ha sido declarado Monumento Local, aunque sí se encuentra en su inventario, por su importancia.

Pero este trabajo no versa sobre ello, sino sobre lo que sí hemos hecho, el agradecimiento eterno de los tuneros y las evocaciones de una nieta que aprendió a querer a Las Tunas por el amor que le sembró su abuela, Rita Longa. "Para mí los tuneros son lo mejor que hay como personas, como anfitriones, como seres humanos y, además, admiradores de la cultura. Siempre ella guardó a Las Tunas en lo más profundo, alegre y visible de su corazón", expresó Ana María Álvarez-Tabío Albo a su paso por Las Tunas, recientemente, durante el Simposio Faure Chomón in memoriam.

En ese contexto, la nieta de Rita compartió en varios espacios, incluido el Comité Provincial de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba (Uneac). Allí, Maike Machado, al frente del Centro Provincial del Libro y la Literatura (CPLL), presentó el volumen Rita Longa: Forma, espacio, luz, publicado por Collage Ediciones y Artecubano Ediciones, un texto que rinde tributo a quien fuera una de las esculturas cubanas más importantes del siglo XX.

"No solo Las Tunas la acogió a ella, ella también acogió a Las Tunas. Los tiempos que pasaba aquí los recordaba con el mayor de los cariños. Creo que el mérito de que se convirtiera en la Capital de la Escultura Cubana no fue solo de ella, otras personas colaboraron. Era fantástico el movimiento artístico existente en la provincia.

"Su impronta quizás no debe verse por el lugar donde más obras tiene, sino donde están las más representativas. Hay que agradecer que finalmente se decidió emplazar la Fuente de las Antillas en Las Tunas, el lugar perfecto, donde todo el mundo, Carretera Central arriba, Carretera Central abajo, puede apreciarla. Además, es una zona donde seguramente hubo una población aborigen que sería reflejo de todas esas leyendas que ella adoraba desentrañar del olvido y convertirlas en obras de la plástica", agregó Álvarez-Tabío Albo.

Así, feliz por su estancia en nuestra provincia, regresó a la capital la nieta de la inolvidable escultora. Aquí pudo constatar que a su abuela "los tuneros siempre la abrazaron y respetaron. No había nadie, absolutamente nadie, por más humilde o aparentemente desconocedor de arte que fuera, que no tuviera un gesto amable, una expresión de cariño, caballerosidad o síntoma de admiración hacia ella".

Hoy Rita sonríe desde el cielo. Allá celebra seguramente su cumpleaños 113. Sabe que su familia, el pueblo tunero y cubano, en general, le agradecerá siempre.