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Escritora camagüeyana Olivia de la Caridad Casanova Blanco.

Las Tunas.- La pasión y el amor por su trabajo hacen de las personas grandes artistas. Precisamente, esas palabras definen a la camagüeyana Olivia de la Caridad Casanova Blanco, ganadora recientemente del concurso Poesía de Cordel, otorgado en el contexto de la Jornada Cucalambeana.

Esta fue la primera vez que ella participó en el evento como escritora. En su tierra natal, pertenece al grupo literario La Rueda Dentada, mediante el cual se acercó a la décima de manera muy enfática. Por eso, no lo pensó dos veces para presentar un poema en el concurso de glosa Canto alrededor del punto, donde obtuvo una mención y, luego, se aventuró a participar en el certamen Décima de Cordel.

En esta última lid, incursionó en una vertiente en la que no está acostumbrada a trabajar por su toque humorístico. "Ese no es mi perfil como escritora", aseveró. Sin embargo, la vida da sorpresas y durante la primera noche de gala surgió la inspiración a raíz de un desafortunado suceso. "Nos preparamos y esperamos que la guagua fuese a buscarnos para partir a la gala del teatro, pero nunca llegó...", dijo. Así fue que se quedaron vestidos y sin bailar, frase que dio nombre a la obra ganadora. Por ello, grata fue su sorpresa cuando recibió el premio; resultó una experiencia única.

Escritora camagüeyana Olivia de la Caridad Casanova BlancoDesde hace algunos años, Olivia cultiva la poesía y, sobre todo, la estrofa nacional. Incluso, en otros calendarios ha obtenido premios en el concurso Ala Décima y fue premio en el "Glosas Naborí 2024". La emoción se resume en una frase: "Sí, voy a seguir haciéndolo". Los reconocimientos, la gratificación y la satisfacción que las letras le brindan, le inspiran a seguir adelante por este camino, siempre agradecida de quienes la han ayudado a llegar hasta aquí. Confiesa que su esposo Nelson Lima Chaviano, poeta repentista de profesión, siempre ha sido de apoyo e inspiración.

Ella mira al futuro con una visión clara y parte de su sentir no salpica: "La Cucalambeana es un sendero para escritores. Mi deseo es que este festejo, que es patrimonio del pueblo tunero y de la nación, no decaiga. Me siento orgullosa de ver a las nuevas generaciones crecer en el arte del repentismo y la décima escrita, pues serán quienes den continuidad a este evento tan hermoso".

A pesar del tiempo y las limitaciones, Olivia cree que con alma y corazón podemos llegar aún más lejos. En sus palabras se refleja el anhelo por defender siempre la identidad, nuestra cultura, la cubanía.