Las Tunas.- Por las 121 hectáreas del área de desarrollo del polo productivo Melanio Ortiz, en Jobabo, que cuenta con 396 hectáreas en toda su extensión, comenzó su segunda jornada de trabajo en Las Tunas el vicepresidente de la República, Salvador Valdés Mesa.
Allí dialogó con los productores y se puso al tanto de los esfuerzos cotidianos de ese colectivo, que ha retomado sus bríos desde abril del año anterior, y tiene un plan previsto de poco más de 600 toneladas de comida para el 2025, entre viandas y hortalizas.
En el intercambio se habló de lo impostergable de "generar empleos, autoabastecernos y dar prosperidad a la gente"; también de asuntos como la garantía de fuerza de trabajo, la contratación, los precios que hay que controlar, a todos los niveles, y lo vital de sobreponerse a las carencias y utilizar las materias orgánicas para suplir productos químicos.
El directivo se acercó a la experiencia tunera dentro del proyecto Resiliencia Climática en Ecosistemas Agrícolas de Cuba (IRES), del que forman parte los municipios de Jobabo, Colombia y Amancio, además de tres terruños de la provincia de Villa Clara y uno de Matanzas. Todos, espacios considerados vulnerables ante los efectos de la sequía, el alza del marabú y la migración de la población.
La necesidad de combustible para las labores está en el epicentro de las dilaciones de esta iniciativa; aunque, se insistió, se ha podido hacer más con los recursos ya en mano. Es necesario avanzar, tras la capacitación y los trabajos concretados, para que el proyecto tenga una verdadera repercusión en las comunidades, algo que trascienda la etapa concebida inicialmente (2027) y facilite su impacto a mediano y largo plazos.
En "Amancio", el también miembro del Buró Político se acercó a la producción de arroz, cuyas semillas tienen alta calidad en la zona y se comercializan a precios no tan elevados como en otras partes; allí escuchó de sus esfuerzos, alentó las labores para poner en funcionamiento una planta de secado y llamó a consolidar el trabajo en busca del autoabastecimiento municipal.
Después fue hasta el puerto de Guayabal, un sitio en el que la brisa fresca del mar resultó cómplice para el diálogo con esa comunidad de pescadores. Afloró la gratitud, se escuchó la preocupación de los vecinos ante dilemas que requieren atención y, otra vez, la falta de combustible azuzó las intervenciones.
"Es ese el problema más grande que ahora existe en el país; y tenemos que seguir adelante, ahorrando cuanto sea posible y sin perder la confianza en que vamos a resolver los problemas".
Trascendió que la Pesca en Las Tunas mantiene el mismo plan que no pudo cumplir el año anterior y sus directivos dijeron: "En este mes de enero comenzamos pescando y con el combustible necesario. Lo vamos a lograr".
Fue una jornada de trabajo intensa, en la que el vicepresidente cubano estuvo acompañado por las principales autoridades políticas y gubernamentales del territorio; siempre, con el afán de hacer más.
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