Las Tunas.- En la tarde de este martes fueron devueltos a la bodega La Campana, ubicada en la intersección de las calles 24 de Febrero y Andrés Rodríguez, en esta ciudad, los alimentos que habían sido robados la noche anterior.
Alrededor de mil 435 consumidores pertenecen a esa entidad agrupados en 621 núcleos; y los poco más de 700 kilos de arroz y más de 90 libras de azúcar que fueron sustraídos afectaban directamente a la canasta familiar normada que se les estaba vendiendo.
Por supuesto que allí estuvieron, junto a los miembros de la Policía Nacional Revolucionaria (PNR), las autoridades del Consejo Popular 1 y otros compañeros, los vecinos del lugar; sabedores del valor mayúsculo de poner un plato de comida en la mesa en tiempos duros y la rabia de quienes trabajan con celo para hacerlo posible.
Entre estos últimos está Danny Buzón Pupo, quien por siete años ha sido la administradora del lugar, al frente de un colectivo pequeño y estable que, por primera vez, se enfrenta a un robo en sus predios y trabaja denodadamente para hacer las cosas bien.
“Uno de los autores, que ya está confeso, dijo que habían pasado por aquí antes con la intención de robar y no habían podido, pues siempre estábamos en el lugar.
“Y es así, somos muy rigurosos con la guardia obrera porque no tenemos custodios; sin embargo, la dejamos, mayormente, para cuando hay bastante mercancía. Los vecinos también se mantienen al tanto de cuidar.
“Imagínese que cuando se reciben productos les damos total prioridad a las ventas, incluso fuera de horario. Los tres domicilios que tenemos compran el primer día, aunque sea domingo o nos toque estar aquí hasta la noche; y siempre les pedimos a los consumidores que también lo hagan cuanto antes para evitar cualquier molestia”.
Nos cuentan que fueron ellos, quienes viven cerca, los que se percataron de que había una pachanga medio sospechosa cerca de la bodega; llamaron a las autoridades y estas se ocuparon del asunto sin dilación.