Las Tunas.- Desde la academia también se labra el futuro de los pueblos; por eso, tener en cuenta a las universidades ante cada trasformación social o desafío cotidiano es indispensable para construir, siempre, un país mejor.

Con esa premisa llegamos los de 26 a las aulas donde se forman los profesionales del Derecho en Las Tunas. Hoy es el Día del Trabajador Jurídico, y la fecha resultó una excusa para recorrer sus pasillos, conversar con sus maestros y acercarnos al entramado de saberes que les van dando cuerpo profesional a muchachos bisoños, irreverentes y entusiastas, como su propio tiempo de hacer.

Annaray Pavón Pupo, estudiante de primer año del curso por encuentro, fue uno de los primeros rostros que encontramos; y dijo que comenzó a enamorarse de la especialidad en la medida en la que la ha ido estudiando.

Disfruta los encuentros y agradece, al menos así lo confesó a nuestra grabadora, que teoría y práctica no estén divorciadas en su proceso formativo. “Das las clases en la mañana, pero cuando llegas a un Tribunal entiendes perfectamente por qué suceden determinados procesos, cómo se manejan las dinámicas, porque se complementan los saberes”.

Por su parte, Ana Rosa Aguilera Rodríguez preside la Junta Directiva de la Unión Nacional de Juristas de Cuba (UNJC) en Las Tunas y es la jefa del Departamento de Licenciatura en Derecho en la casa de altos estudios.

“Existe un estrecho vínculo entre esta organización social, que agrupa a todos los juristas de nuestro país, y la Universidad, porque estamos todos en la misma dirección, que es tratar de formar profesionales altamente competentes y que respondan a las cuestiones desde el punto de vista jurídico.

“Desde los inicios de la especialidad, esta organización ha estado pendiente de todos aquellos aspectos relacionados con la formación del profesional de Derecho en el territorio, y además, para esta organización es una fortaleza que los juristas puedan formarse en la provincia.

“El hecho de que a los profesores universitarios nos tuvieran en cuenta para los recientes procesos de intercambio sobre temas legislativos ha sido fundamental, porque ha contribuido a que podamos llevar esos aspectos a la formación que desarrollamos tanto en pregrado como posgrado. Los estudiantes se han incorporado a las distintas tareas de impacto para el trabajo de divulgación jurídica”.

La experta abunda en que es praxis válida desde hace tiempo, pero en temas como la discusión de la Constitución de la República, en el año 2019, sentó pautas para el posterior desarrollo del proceso de modificación en el ordenamiento legislativo. También dan fe de sus buenos dividendos en lo concerniente al Código de las Familias, pues estudiantes y claustro docente pudieron llevar a la comunidad toda la información posible.

Los espacios profesionales, por tanto, están abiertos a los estudiantes desde el primer día; pero también la academia prioriza estos caminos, aferrados a la idea guevariana de una “Universidad en el seno del pueblo” y a tono con sus dinámicas de todo calibre.

Carlos Rafael Serrano Morales, jefe de la carrera de Derecho en la Universidad de Las Tunas (ULT), lo sabe. “Funcionan como unidades docentes lo mismo Fiscalía, que Tribunales y el Bufete Colectivo del municipio cabecera, ahí se vinculan nuestros estudiantes como asistentes y se van familiarizando con la carrera. La llegada de estos jóvenes a los centros es conciliada a través de los convenios entre estas instituciones y la ULT.

“Los cambios legislativos del último lustro han obligado a los profesores a estar actualizados constantemente con relación a las disposiciones legislativas y, por tanto, en estas materias tienen que planificar y variar el contenido de sus clases a partir de esta actualización.

“Por ejemplo, en Derecho Penal, hay modificaciones en las disposiciones de los delitos contra la economía nacional; el profesor que atiende la parte de Penal y el de Derecho Mercantil deben hacer énfasis en sus clases sobre estos cambios en la Ley.

“Con relación a la parte Civil y de Familia, está el Código de las Familias. Igualmente, existen asignaturas, como Derecho de Sucesiones, Derecho Notarial, en las que los profesores tienen que insertar en sus contenidos las nuevas disposiciones y hacerles conocer la diferencia entre la anterior y la que está vigente en este momento”.

Un ente vivo, aseguran, que tiene en las aulas un pilar determinante. Lo confirman sus profesores, entre ellos Yacel Acosta Calderón.

“El nuevo plan de estudio representa todo un reto para los docentes del Departamento de Derecho; pero estamos felices con estos cambios, el país los necesitaba, y aunque esto implique un esfuerzo mayor de nuestra parte, lo hemos sabido entender y llevar a las lecciones frente a la pizarra.

“Nuestros estudiantes y los profes se han preparado en la parte digital, hemos buscado variantes en instituciones jurídicas, también estuvimos presentes en los debates sobre el Código de las Familias, el Código Penal, la Ley de Proceso Penal, la Ley de Datos Personales, incluso, aportamos en la Ley de Comunicación.

“Esas legislaciones las hemos ido adaptando a la disciplina, sin obviar de dónde nacieron; se debe saber cómo se manejaba cada una en años anteriores para poder darle el verdadero sentido a cómo se deben manejar hoy”.

En un país de dinámicas intensas y desafíos colosales, como la Cuba de hoy, contar con profesionales bien preparados y capaces de poner en contexto las visiones de nuestra realidad cobra un valor determinante; gente que, no pocas veces, carece de papel, acceso a bibliografías actualizadas sobre ciertas materias y hasta dilemas de conectividad, pero no cejan en el empeño de hacerlo siempre mejor.

En el Día del Jurista, escuchar de sus desvelos en este sentido alienta con creces y ratifican gratitud y felicitación.