Las Tunas.- La historia de Cuba está ligada a la masonería (asociación de carácter internacional, discreta, cuyos miembros forman una hermandad) con figuras como Carlos Manuel de Céspedes, Antonio Maceo, José Martí, y en nuestra provincia próceres como Vicente García, Julián Santana, Francisco Vega, Ramón Ortuño y Gonzalo de Quesada, entre sus miembros más selectos.
La secretividad de la institución en ese contexto fue fundamental para el éxito de gestas como el Pacto de la Convención de Tirzán, que contribuyó a la consolidación de la independencia cubana; la Bandera de la Estrella Solitaria, símbolo nacional, otro ejemplo, fue creada por Miguel Teurbe Tolón a petición de Narciso López, ambos masones.
En Las Tunas existen dos logias masónicas: Vicente García e Hijos de Hiram. Esta última es una institución fraternal de carácter no gubernamental fundada el 22 de septiembre de 1901, que representa un legado de hermandad, cultura y compromiso. Su presencia se percibe en la Casa Templo ubicada en la calle Francisco Vega, esquina Nicolás Heredia.
Cuentan con una rama juvenil, Asociación Jóvenes Esperanza de la Fraternidad (AJEF) y la fémina Hijas de la Acacia, que demuestra su compromiso con la continuidad de su historia y la equidad de género.
La logia Hijos de Hiram desde su creación trabajó por el desarrollo de la cultura tunera e influyó en la construcción de obras públicas. El 29 de enero de 1931 entregaron un busto de José Martí a la Escuela Intermedia. Y años más tarde, uno de Federico Capdevila que hoy se encuentra en el parque Vicente García. En el 2012 fundían los moldes de los bancos de la ciudad.
Por su labor, el Ayuntamiento de Victoria de Las Tunas el 12 de marzo de 1947 reconoció la declaración: "El I Congreso Nacional de Historia proclama que la masonería cubana ha sido en todos los tiempos, desde su fundación, la institución que más elementos ha aportado a la independencia, la libertad, la cultura y el progreso de Cuba".
Apenas cumplidos sus 123 años, los Hijos de Hiram realizaron un encuentro con otras logias hermanas. Entre ellos el invitado José Luis Mosqueda, miembro de la Andamás número 14 de Las Palmas, Gran Canaria, España, nos cuenta que la fraternidad trasciende las fronteras geográficas y que poder ayudar al pueblo de sus hermanos es la más grande bendición de su vida.
Durante sus visitas ha realizado seis donaciones de medicamentos e insumos tanto al Hospital General Docente Doctor Ernesto Guevara de la Serna como a policlínicos locales.
La masonería no tiene barreras de raza ni origen; enseña que construir es más valioso que destruir.
Sus miembros, regidos por los principios de la libertad, igualdad y fraternidad, predican valores como la fe, la esperanza y la caridad. Portan en sus corazones el amor de Venus, la fuerza de Aquiles y la belleza de Minerva, y en cada una de sus tenidas blancas demuestran que la esencia de ser masón radica en la humildad y la bondad hacia el prójimo.