Las Tunas.- La vida y la obra del ahora teniente coronel Víctor Lago Borrero está signada por la vocación de servicio al pueblo y a la Revolución desde las trincheras del Ministerio del Interior (Minint) y la Policía Nacional Revolucionaria (PNR), instituciones a las que ha dedicado 36 años de su existencia y deviene paradigma de la fuerza policial, que este 5 de enero arriba a su aniversario 66 como garante de la tranquilidad ciudadana.
En su trayectoria destacan el compromiso con la Patria y los principios humanistas y solidarios inculcados por el invicto Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz, cuyo legado abrazó y ha honrado desde muy joven con dedicación y entrega.
El apego a estos valores es marca que lo distingue. De sus primeros pasos en el universo militar recuerda cómo a los 17 años unió arrojo y decisión con los combatientes internacionalistas cubanos y angoleños para defender el derecho a la soberanía de la hermana República de África. En días de cruentas batallas llegó a la Escuela de Tropas Especiales de Luanda y se especializó en lucha contra bandidos.
DE LA ACADEMIA AL CAMPO DE BATALLA
Una vez concluida la preparación “fui para Lubango y me integré a la caravana Camilo Cienfuegos, que tenía el encargo de los aseguramientos logísticos de las tropas de la Isla ubicadas en el sur del país”, rememora el consagrado luchador, que forjó en esos combates el carácter y la voluntad que todavía lo animan.
Y trae a colación numerosas misiones en tierras de Matala, Yamba, Huambo, Namibe y otros apartados parajes, donde con excelsa valentía durante 24 meses combatió y sorteó con éxito, junto a sus compañeros de armas, la intensa actividad enemiga, que pretendía a toda costa impedir la llegada de suministros para quebrar el empuje de los internacionalistas antillanos. Luego se sumaría al batallón de tanques de Lubango.
En ese tiempo desafió insospechados peligros en una agreste y amenazadora geografía: emboscadas, asaltos, campos minados, bombardeos, plagas… Retornó a la Patria con las medallas Combatiente Internacionalista de Segunda Clase y Cuba Angola, reconocimientos que atesora con gratitud y cariño.
OTRA VEZ A LA VIDA MILITAR
Tras su regreso de Angola anduvo un período como técnico y especialista en Prefabricado en la Empresa de Materiales de la Construcción de Las Tunas, pero eran tan fuertes los lazos que lo unían a la vida militar que retornó a esos escenarios.
“Me atraía mucho el Ministerio del Interior y anhelaba vestir su uniforme. Asumir desde sus filas la posibilidad de defender la tranquilidad ciudadana, el orden interior y la seguridad del Estado para preservar la soberanía y velar por los intereses del pueblo y la Revolución fueron -y son- mis principales motivaciones”. Todavía esos anhelos lo impulsan y lo hacen sentir con los mismos ímpetus de antaño, pero con más experiencia y sabiduría.
De ahí que “el primero de agosto de 1992 ingresé en la Seguridad Personal, en La Habana; y en 1993 retorné a Las Tunas para servir en la Brigada Especial. Desde el 2006 pasé a la Policía Nacional Revolucionaria, que ha sido una gran escuela en mi formación profesional y personal”, reconoce el teniente coronel, un hombre lleno de bondad y de una energía especial que lo inspira y no le da espacio a pensar en la jubilación, aunque acumula ya el tiempo de servicio requerido para disfrutarla.
Víctor Lago Borrero encarna los principios éticos, los méritos y las virtudes que sus colegas de la PNR levantan como banderas de lucha en su quehacer diario, para garantizar el desempeño sosegado de la sociedad.
