Las Tunas.- El aprovechamiento de los desechos sólidos de la industria es una alternativa que desarrolla la Empresa Pesquera de Las Tunas (Pescatun) para incrementar la crianza de peces de agua dulce, los ingresos mediante la comercialización a otras entidades y la alimentación de cerdos en la finca de autoconsumo.
Así lo informó el director técnico, Yordan Rueda Paz, quien destacó los avances en economía circular a partir del quehacer de la unidad empresarial de base (UEB) Comercial, especializada en el procesamiento de diferentes especies de la acuicultura.
"Aquí recogemos todos los desechos sólidos del pescado, los que se utilizan fundamentalmente para la cría intensiva de la claria, en el centro de alevinaje Gramal. También tenemos un contrato de cooperación con un productor privado, al que le damos dichos recursos y él nos entrega los ejemplares de esa especie para procesar en la industria.
"Además, contamos con una finca de autoconsumo que está en la zona de La Canoa, en las afueras de la ciudad. Hasta allá trasladamos ese desperdicio, el que se destina a la alimentación de los cerdos".
Agregó Rueda Paz que, en la UEB de Guayabal, del municipio de Amancio, se aprovechan los restos de los pescados de plataforma que ahí procesan. Destacó que una buena parte se destina al secado y ensilado, y que luego se comercializa a Tecnoazúcar.
"Esa empresa también nos compra desperdicios de machuelos y morralla -pequeños pescaditos que no tienen talla comercial- y los utiliza en la elaboración de su propio pienso. Luego nos entrega una parte para la alimentación de las clarias y los cerdos".
El directivo se refirió a la concha del ostión molinada, una potencia que posee el territorio tunero y que cumple tres propósitos: mejorar las finanzas de la empresa, apoyar la producción de alimentos y manejar lo que se considera un gran contaminante de los suelos.
"Para el actual año la provincia cuenta con un plan de 280 toneladas, aunque por problemas que tenemos, hasta la fecha solo llegamos a 80. Acumulamos más de 100 toneladas sin procesar en nuestros puertos, pero la deficiencia está en la tecnología, que es muy pequeña.
"Pretendemos incrementarla, hacer proyectos para mejorar el local y que los molinos de martillo sean capaces de triturar esa concha al tamaño que necesita cada especie animal porque ese es su destino fundamental, producir pienso para aves y cerdos.
"La UEB Juanito Mora, de Puerto Padre, ya está molinando y comercializa ese polvo en bolsas de 2 kilogramos, por un precio de 40.00 pesos. Tenemos contratos con las empresas Porcina y Avícola y también lo compran los productores privados que poseen gallinas y quieren endurecer el cascarón de los huevos".
Precisamente en el norteño territorio se dispone de un molino hecho por innovadores, con muy buenos resultados, por lo que se quiere generalizar la experiencia a los demás puertos para eliminar ese gran cúmulo de concha.
"Hay una experiencia anterior en Manatí. En algún momento se obtuvo el polvo y se destinaba a la construcción de bloques, para lo que resulta un buen componente porque da dureza y fortaleza. Ese pudiera ser un buen aporte a la producción de materiales".
Pescatun concentra sus esfuerzos en la captura de pescado de mar y de agua dulce y en la producción de filetes, croquetas, hamburguesas, picadillo y otros derivados. Pero aprovecha los beneficios de la economía circular y busca mejores estándares de eficiencia y sostenibilidad.
Por ello ya ha establecido contratos con varios clientes y recicla los recursos sobrantes de los diferentes procesos industriales para devolverlos a la vida útil y así reducir las pérdidas de alimento, residuos y desechos orgánicos e inorgánicos que se generan a lo largo de las cadenas productivas.