Las Tunas.- Un majestuoso edificio azul, de dos plantas, con una arquitectura ecléctica, es el primer impacto urbanístico visual que recibe el viajero cuando llega al centro histórico de la ciudad de Las Tunas.
La instalación es atractiva también por estar situada en un lugar que cuando se llega a esta urbe, a través de la Carretera Central, el edificio te queda de frente. Es como la bienvenida que le da al viajero y, a su vez, le indica el rumbo hacia otras tierras orientales.
Su entorno lo conforman la Plaza Cultural (en un sitio contiguo), un emblemático busto de José Martí emplazado en la década del 50 del pasado siglo y el parque central Vicente García.
La historia de la edificación comenzó cuando se construyó un local donde existía la vivienda propiedad de Enrique Rosende, que a la postre fue utilizada en las guerras de independencia como tambor de voluntarios durante la colonia y más tarde convertido en el cuartel de telégrafos.
Pero en la toma de Las Tunas por el general Calixto García Íñiguez, en agosto de 1897, quedó destruido, y sobre esas ruinas el edificio se levantó durante la República Mediatizada en 1921.
Hasta 1959 funcionó como Ayuntamiento o Palacio Municipal, hasta que con el Triunfo de la Revolución tuvo varios usos: sede del Comisionado Revolucionario y de la Junta de Coordinación y Ejecución e Inspección (Jucei), del Poder Local.
La historia de la Enseñanza Preuniversitaria y Universitaria de la provincia de Las Tunas comenzó precisamente por ese casón en la década del 70 del pasado siglo, hasta que en 1980 se le hizo entrega a la Dirección de Cultura, y tras su reparación y adaptación fue inaugurado como Museo Provincial en 1984 por el entonces titular de Cultura, Armando Hart Dávalos.
El Museo cuenta con siete salas de exposición permanente y una transitoria, las cuales muestran facetas de la historia de Las Tunas, así como de las ciencias naturales y de la cultura general.