Este 6 de junio comienza la Jornada Nacional de Homenaje al Donante Voluntario de Sangre. Del valor incalculable de ese acto desprendido hablamos aquí, también de variables que hoy lo afectan sobremanera

Las Tunas.- Alrededor de las 4:00 pm el timbre del teléfono hizo que Nersa mirara el reloj. Desde el Hospital General Docente Doctor Ernesto Guevara llegó una demanda de sangre, una materna crítica de 32 semanas, añosa, con un embarazo supervalioso había sido intervenida de urgencia a causa de sangramiento. No lo pensó más, una madre defendía con su vida la posibilidad de tener a su hijo, y necesitaba ayuda.

En segundos se echó a andar el andamiaje consabido al interior del banco provincial de sangre 28 de Septiembre. Se facilitaron dos bolsas de B positiva, pero solo tenían tres unidades de plaquetas (se habían utilizado las otras en el día) y la puérpera requería siete. Ipso facto comenzaron a convocar a donantes de emergencia.

El protocolo de actuación marcó el ritmo de trabajo hasta la madrugada. Los donantes especiales del grupo B fueron localizados, dieron su disposición y se buscaron en el transporte del centro. Después de la línea de chequeos habituales, finalmente se materializó la entrega y pasada la 1:00 am se apagaron las máquinas para reanudar, otra vez, a la mañana siguiente.

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Esta no fue, para nada, una jornada demasiado atípica para la doctora Nersa Vega Rivas en su desempeño como directora del banco; ni para el colectivo de casi 100 trabajadores que procura, más allá de horarios y fines de semana, el respaldo a las instituciones hospitalarias para garantizar la vida de los pacientes.

Allí, ante el menor sonido de las sirenas de las ambulancias (que a veces se confunden con las de la PNR) o las publicaciones en las redes sociales que anuncian accidentes masivos, se activa "todo el mundo" y rastrean la sangre como si fuera oro. Muchas especialistas del centro emergen como donantes, incluso, la propia Nersa ha puesto su brazo en varias ocasiones.

"Nuestro objeto social es recolectar sangre segura para respaldar la asistencia médica. Es un programa que enamora porque laboramos con un órgano que se dona de manera voluntaria y siempre hay mucha demanda. Por ende, nos movemos constantemente en su búsqueda, día por día; a veces hacemos un viaje solo por cuatro donaciones -enfatiza la galena.

"Nos encargamos de administrarles el recurso tanto al hospital pediátrico Mártires de Las Tunas, como al 'Guevara', y auxiliamos a algunos municipios que reporten dificultades. Respaldamos todas las emergencias y el Programa de Atención Materno Infantil (PAMI), para el que atesoramos una reserva, por la importancia que entraña. También tenemos gran responsabilidad con los pacientes oncohematológicos y de hemodiálisis".

¿QUIÉN RESPONDE?

En medio de la creciente demanda al respecto, al interior del banco de sangre existe una programación inviolable de recolección de donaciones, para la cual aparece el combustible por muy secos que estén los tanques. Se sabe que la búsqueda es por la vida.

"Vamos hasta los municipios y sus áreas de Salud, dependemos del poder de convocatoria que tengan estos y la relevancia que le otorguen al programa los consultorios del Médico y la Enfermera de la Familia. Yo insisto, no se trata de cumplir con una planificación, es doloroso tener a un ser querido que necesite sangre y no la haya; con esa sensibilidad tenemos que movernos.

"En la provincia existen bancos en Puerto Padre, 'Amancio' y Jobabo. Además, contamos con un centro de extracción especial en 'Jesús Menéndez'. La responsabilidad del '28 de Septiembre' es para con los territorios de Las Tunas, Manatí, Majibacoa y 'Colombia'.

"Tenemos un plan de mil donaciones al mes, que están distribuidas por las diferentes demarcaciones. Actualmente no logramos honrar esa proyección. Es muy doloroso, porque en ocasiones hacemos un viaje y no regresamos con más de cuatro bolsas. Ese déficit tiene consecuencias.

"Cuando hablo al respecto siempre recalco que nos falta poder de convocatoria, que requerimos mayor movilización y sensibilización al respecto. Nosotros damos hasta nuestra propia sangre y sabemos que muchos tuneros no lo hacen porque no son llamados, pues empatía es lo que sobra en la población.

"Existen requisitos para donar como ser menor de 65 años de edad. Póngase a pensar, esta provincia tiene un envejecimiento poblacional considerable, que va en ascenso, ¿cómo garantizamos en el futuro este programa que, por demás, es voluntario?".

Tampoco es un secreto que vivimos tiempos complejos en los que es difícil contar con una dieta rica en proteínas y, por tanto, no todas las personas tienen la hemoglobina en condiciones. Debemos ser muy objetivos y en medio de este contexto defender a toda costa el suministro con el que sí podemos contar.

EL CURSO INVIOLABLE

Una vez efectuados ciertos exámenes, entre ellos uno para conocer los valores de hemoglobina, se procede a la donación de sangre, con consentimiento escrito de los voluntarios. Se requiere siempre la identificación de cada persona porque su órgano será objeto luego de otras pruebas y si es necesario, debe ser notificada.

"La sangre sigue una ruta crítica hasta que llega al último eslabón, donde se determina si es apta o no para brindar ese producto final con calidad a la asistencia médica", agrega Vega Rivas.

"En el Departamento de Producción recepcionan el recurso, se clasifica, lo centrifugan a altas revoluciones y le realizan determinaciones. Sacan el conteo de eritrocitos, que son los glóbulos rojos; se hace plaqueta, crioprecipitado, plasma fresco congelado y plasma fresco congelado pediátrico".

Todo el plasma que no se utiliza para hacer algunos de estos derivados lo envían a la industria, con el fin de impulsar exámenes de gran valor dentro del sistema de Salud Pública.

Para orgullo tunero y en medio de contextos complejos, el banco provincial ostenta el programa de primer orden que se encarga de la plasmaféresis por máquina, para lo cual se cuenta con un centenar de donantes con sistemas inmunológicos especiales.

De igual modo, es la única institución de su tipo en el país que cumple con el programa Anti-D, componente vital para la realización de las vacunas que requieren las embarazadas y así evitar que exista lo que en Medicina se conoce como conflicto Rh. Para asegurar esta misión de notable reconocimiento, en el territorio un solo donante hace cumplir el encargo estatal.

RESPALDOS IMPRESCINDIBLES

Julio (llamémosle así) se cubre el rostro cuando le acerco el micrófono y después de asegurarle el anonimato saca sus verdades de adentro del pecho.

"Mi mamá viejita se murió en el 'Guevara', le pusieron sangre y siempre la atendieron bien. Desde entonces, cada vez que puedo dono, es la deuda de honor que yo mismo me puse. Las últimas veces no he salido conforme.

"Uno no va allí por la merienda, pero la necesita para regresar a la casa o al trabajo. La última vez me dieron un pancito pequeño con jamonada cruda; la muchacha me lo ofreció con pena porque sabía que eso no era lo que yo necesitaba. Me pasé la mañana mareado, creo que el embutido hasta me cayó mal".

Su hermano, me cuenta Julio, tuvo peor suerte. El día que fue no había ni pan. Ambos han decidido posponer su actividad, pero solo por el momento. Cuando se sientan en mejores condiciones volverán a cumplir con ellos mismos y sus convicciones.

El doctor Jorge Luis Gutiérrez González, al frente del control de la calidad en el banco 28 de Septiembre, con la tez sonrojada por el amor que siente hacia este remanente de vida, asegura que hay un detrimento del programa en general y urge darle importancia y lograr la intersectorialidad para mantener a flote una actividad que es sinónimo de supervivencia.

"Con mucha vergüenza debo confesar que hay mala atención a nuestros donantes y, por tanto, los estamos perdiendo. Procesar sangre yo lo comparo con procesar azúcar. Para lograr buenas donaciones debemos darle más condiciones al ser humano que está detrás del frasco, desde la alimentación.

"Hay donantes regulares, anónimos, que Las Tunas no conoce su altruismo. Responden ante las emergencias a la hora que uno los llame, donan plasma de manera sucesiva, y si no les damos el sustento para revitalizarlos van en detrimento porque les merman las proteínas, la hemoglobina. A veces tenemos que decirles que no están en condiciones y es doloroso.

"Resulta imprescindible brindarle más apoyo a este campo, porque nuestro colectivo es grande. Aquí muchas veces se ha comprado el pan para garantizar la merienda con colectas entre los trabajadores".

En el curso de esta investigación, otras fuentes anónimas alertaron que el suplemento que deben recibir los donantes de plasma luego de cada extracción, con cierta cantidad de pescado, pollo, una bolsa de leche y un litro de aceite, se atrasa y a veces efectúan hasta tres donaciones sin recibir esta dieta que es esencial para su revitalización.

En el banco provincial tienen definidos alrededor de 100 donantes de plasma que pueden ejercer la actividad cada siete días, pero sin el respaldo preciso no es conveniente su aporte, ni el colectivo lo acepta.

"NECESITO SANGRE O NEGATIVO, PAGO A CUALQUIER PRECIO"

No es raro encontrar en las plataformas digitales alguien que convoca o compra alguna donación de sangre. Esto da la medida de la necesidad que existe ahora mismo del fluido y, más aún, el imperativo de fomentar este quehacer voluntario.

"Somos conscientes de que la gente pide ayuda en las redes sociales y la mayoría de la población siempre responde de manera positiva, hasta aquí llegan a brindar el brazo. Ese poder hay que aprovecharlo. No sentimos que eso demerite nuestra labor, entendemos el dolor y la desesperación ajena. Claro, eso del dinero de por medio es inaceptable aquí", alude la doctora Nersa.

La entidad cuenta con un personal competente y comprometido con su desempeño. Allí los brazos se multiplican ante una emergencia y se trabaja como si fuera a ocurrir alguna en cualquier momento.

A pesar de esto, la realidad demuestra que no pueden solos en la búsqueda incesante de sangre. Se requiere una mejor imbricación de instituciones, organismos y organizaciones que puedan asegurar el flujo constante del líquido vital. Para ello, la implicación de las máximas autoridades locales resulta invaluable, en aras de futuras alianzas más eficientes.

Asumir el programa, desde la intersectorialidad, con los respaldos económicos que ahora mismo está pidiendo a gritos, es simplemente garantía de vida.