Las Tunas.- A nuestro paso por la ciudad afloran volúmenes y colores que recrean hazañas de los habitantes de Las Tunas. El diseño gráfico potenciado en la década del 70 del siglo XX por el Departamento de Orientación Revolucionaria (DOR) brindó a bisoños tuneros la oportunidad de iniciarse en el mundo artístico, específicamente en la realización de carteles, vallas y murales. El diseño gráfico ha de verse como una técnica primigenia que antecede cualquier estilo de creación en el territorio; tuvo sus antecedentes en la primera mitad de la centuria con Héctor Hernández Cabrera y Angélico Camacho, entre otros que merecen estudios.
Este ambiente constituyó una escuela para los jóvenes con inquietudes artísticas, agrupados por Rafael Ferrero Lores, egresado de la Escuela Profesional de Artes Plásticas de Holguín, y contaban con un aula de superación donde se impartían clases de teoría del color, diseño gráfico, impresiones en silk screen, dibujo y fotografía.
Con Ferrero Lores convergieron Armando Hechavarría Guerrero, Gustavo Polanco Hernández, Alexis Roselló Labrada, Armando Rodríguez Rubio, Amauris Álvarez Aldape, José Enrique Mayedo, Antonio Morales Arteaga, Arnaldo Tour Oliva y otros. Asimismo, jóvenes vinculados al taller independiente de Angélico Camacho estuvieron estrechamente relacionados con obras gráficas de esta etapa, como es el caso de Jesús Vega Faura, Chucho.
Además, la influencia del muralismo mexicano predeterminó el soporte a gran escala para la gráfica. Así, entre los años 1975 y 1976 realizaron el mural pictórico Centenario o Toma de Las Tunas, ubicado en la calle Colón, entre "Ramón Ortuño" y "Julián Santana". La cuadra siguiente exhibía una especie de prolongación, pero desapareció hace algunas décadas.
Los autores de la obra, de más de 30 metros, fueron Rafael Ferrero Lores y Armando Hechavarría Guerrero, junto a Gustavo Polanco, Alexis Roselló, José Enrique Mayedo, Armando Rodríguez, Carlos Labrada y Eliades Avalo Rosales, este último egresado de la Escuela Profesional de Arte de Santiago de Cuba.
Centenario recrea la toma e incendio de la ciudad. Una figura de torso desnudo domina la composición; el brazo empuña la lanza en medio de la arquitectura colonial en llamas, es el símbolo de la mixtura étnica y el criollismo de la nación cubana. El retrato del mayor general Vicente García aparece acompañado por cuatro rostros pertenecientes a Joaquín Agüero, Francisco Varona, Calixto García y Antonio Guiteras.
Rafael Ferrero recordaba los días de realización como si de un símbolo se tratase. Parado en la acera del frente, con cigarro en mano, daba seguimiento a cada detalle plasmado por el equipo de realización, confabulando a todo aquel que transitaba por la reconocida zona. Se estaba gestando un movimiento artístico, indispensable para el desarrollo de la novel sociedad.
Más de cuatro décadas en armonía con el transeúnte, Centenario es una obra patrimonial necesitada de restauración. En cada línea está la fuerza de los tuneros en las luchas patrias y el pulso de aquellos artistas que transformaron la ciudad en un escenario verdaderamente para la cultura.