Las Tunas.- Ha pasado el tiempo desde aquel 24 de diciembre de 1987, en el que se constituyó el Comité Provincial de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba (Uneac). En ese entonces, presidido por el músico Cristino Márquez Reyes, lo integraban 29 miembros.
Incluso, la Plaza Cultural de la ciudad cabecera atesora una placa (develada en el 2020), en el lateral del museo provincial Mayor General Vicente García, que alude a la fecha. "Por nuestras filas han pasado Gilberto E. Rodríguez, Ramiro Duarte, Guillermo Vidal y otros valiosos creadores, cuyo ejemplo nos inspira", dijo en ese momento Leonardo Fuentes Caballín, al frente de la filial de Artes Plásticas del Comité Provincial, quien realizó esa placa junto a Alexis Roselló.
Ha pasado el tiempo y los derroteros de la Uneac no han cambiado en demasía. Su brújula constantemente ha estado en defender lo más auténtico y representativo de nuestra cultura. Sin embargo, siempre resulta emocionante volver a las raíces y así lo han hecho, en diferentes diálogos con 26, algunos de sus hijos ilustres.
Para Rogelio Ricardo, quien ostenta la Distinción Por la Cultura Nacional, "la fundación fue muy sorprendente. Algunos teníamos una incipiente obra, pero eso nos impulsó a que profundizáramos en nuestra labor, siempre con un compromiso social". A lo que el también artista de la plástica Eliades Ávalo ha acotado: "Integrar nuestras filas debe ser la máxima aspiración de un artista revolucionario".
Para el maestro concertista Félix Ramos, quien fungió como vicepresidente durante algunos años, "su creación ha sido uno de los hechos culturales más importantes de la provincia. Más allá de una organización, es una escuela, que nos ha enseñado a ver y pensar la cultura de otra manera. Es un orgullo pertenecer a 'ella'".
Por estos días, como cada año desde la fecha fundacional, la sede social de la vanguardia artística tunera se viste de gala con disímiles iniciativas que hablan de gratitud y colorido, identidad y esencia. De hecho, la jornada inició dialogando con algunos de los fundadores de la cofradía en el Patio del Bonsái, de la institución. Carlos Tamayo, quien dirigió ese gremio durante tres décadas, rememoró allí algunos de los pormenores de aquella época, cuando la casa que les acoge no estaba en buenas condiciones y en cuya transformación dejó su huella el arquitecto Walter Guerra.
La inauguración del salón Mujeres Creadoras, en homenaje a la crítica de arte Bárbara Carmenate, tristemente fallecida, forma parte de las iniciativas en agenda, así como reconocimientos a afiliados destacados y espacios de debate que enfatizan en la literatura y la realización audiovisual. Así, bajo la cobija de su casa matriz, los miembros de la Uneac -hoy dirigidos por el periodista Miguel Díaz Nápoles- abrazan nuevos desafíos, conscientes de que la institución es "estratégica" (como dijo recientemente Caballín) para la sociedad.