El presidente de la Asociación Martiana de Cubanos Residentes en Panamá, Humberto Pérez, llamó hoy a sus compatriotas a estar más unidos que nunca en la defensa de Cuba y de su vínculo con la Patria.
"Bajo el pensamiento martiano de 'La Patria es ara y no pedestal' pensemos qué queremos de nuestras autoridades en función de tener un vínculo más cercano con nuestro país, para participar más en el desarrollo económico de la nación y luchar juntos contra las adversidades", afirmó Pérez a Prensa Latina.
En uno de los recesos de la IV Conferencia La Nación y la Emigración, que concluye hoy dos días de sesiones en el capitalino Palacio de Convenciones, Pérez instó a cómo lograr una Cuba con luces propias e inclusiva, que siga siendo refugio y lumbrera que difumine las sombras que les acompañan en las sociedades donde viven, pero por sobre todo, orgullo de cada uno de ellos.
"Ese es mi objetivo principal de este encuentro", subrayó el también coordinador de la Red de Cubanos Residentes en América Latina y el Caribe, y comentó que en esta cita, a la que asisten 361 connacionales que viven en 54 países, un tercio de ellos en Estados Unidos, "será difícil el consenso o la unidad de pensamiento, pues somos muy variados en nuestra percepción de los problemas de Cuba y en sus soluciones".
Además, añadió, existe el empeño de algunos pocos con muchos recursos en dividirnos, son los enemigos históricos de la nación, los que han pretendido cortar el cordón umbilical que une a los emigrados con la nación, la cultura, por eso la agresividad hacia nuestros artistas.
Al respecto, apuntó que nuestros exponentes del arte están como ninguno de nosotros sometidos a la hostilidad, el asedio y el señalamiento.
"Ante esto debemos, en medio de esa diversidad, estar más unidos que nunca en la defensa de Cuba y de nuestro vínculo con la Patria", puntualizó, y exaltó que "a los planes de división, la unidad es la única respuesta. Como dijo nuestro Martí (José, Apóstol de la Independencia de Cuba de España) Plan contra Plan".
En estos momentos, los aquí reunidos debemos sentirnos como los tabaqueros de Tampa (Florida), herederos de esa migración que se definió en nuestras guerras independentistas, en la que apoyaron a Martí para librar la guerra contra el colonialismo español en el siglo XIX.
Esto, sostuvo, se traduce hoy en la batalla contra una agresividad, sin precedentes, desde sectores reducidos de la emigración, para colocarnos a la mayoría como enemigos de la nación y romper los lazos que nos unen a ella.
También y con igual relevancia, precisó, contra el bloqueo económico, comercial y financiero de Estados Unidos contra La Habana y su recrudecimiento desde el 2019 con más de 200 medidas punitivas adicionales, lo cual calificó como el principal obstáculo para una relación normal de Cuba con sus connacionales residentes en el exterior.
"Algo común que tenemos los que hemos sido convocados, y la mayoría de los cubanos que vivimos fuera y no pudieron asistir a esta conferencia es el interés supremo, el bienestar de la tierra amada y de los seres queridos que necesariamente transitan por una Cuba soberana, autóctona, dueña de su propio destino, con todos y para el bien de todos", aseveró.
Por ello, señaló que está aquí con optimismo, bajo la percepción de que este es un evento trascendental y amplio en la búsqueda de soluciones, así como manifestó estar muy feliz de reencontrarse con los suyos, con la familia pequeña, pero también con la gran familia que somos todos los cubanos.