La Habana.- La puesta en práctica de sus estudios científicos es el anhelo del Centro de Investigación y Desarrollo de la Construcción (CIDC), donde las prioridades son racionalizar, sustituir importaciones y reducir el impacto negativo sobre el medioambiente.
Jesús Pulido, director de la entidad, comentó a Negocios en Cuba acerca del funcionamiento de la institución, enfocada hacia nuevas tecnologías y materiales constructivos, y que hoy se aboca a 11 proyectos.
Es nuestra intención demostrar la utilidad de los mismos para el progreso económico del país, en el que tiene un peso fundamental la potenciación de la industria nacional, dijo.
Hay que recurrir a la indagación y se pueden hacer diversas cosas en ese sector, que siempre ha sido de ejecución artesanal, agregó el ingeniero y máster en Ciencias.
El CIDC, creado más de 50 años atrás y que conserva todos los planos anteriores para uso de los inversionistas, se divide en tres unidades: tecnología constructiva, materiales y producciones especializadas.
El centro se vincula con las líneas estratégicas del ministerio correspondiente a través de los proyectos de investigación.
PLANES DE VITAL IMPORTANCIA
Pulido reveló que en el tema de los viales están involucrados dos programas básicos.
Sobre las bondades del reciclaje versa el primero, pues el material obtenido del pavimento se incorpora de nuevo al asfalto, ello minimiza la huella ambiental y ahorra combustible, manifestó el directivo.
El otro caso es el manejo de la asfaltita, un mineral presente en varios yacimientos del país: La Manuela, en Mariel, y El Peñón, en el municipio matancero de Martí.
En cuanto al sistema de fabricación de plásticos para la producción local de materiales, el funcionario refirió que evalúan su calidad.
Prestamos servicios de ensayo y, para lo que no sea factible aquí, se subcontrata a otros laboratorios, declaró.
Uno de los proyectos se asocia con la obtención de yeso.
En estos momentos realizan trabajos de diagnóstico y rescate en los tres puntos de reservas del mineral en Matanzas, Ciego de Ávila y Baitiquirí (Guantánamo).
La idea es caracterizar esos yacimientos y proponer tecnologías para sustituir importaciones, ya que en el presente solo se usa como aditivo en la obtención de cemento, remarcó.
También explicó que, con la voluntad de ahorrar recursos financieros al país, se están preparando pigmentos con las tierras ferríticas que proporcionan el color ocre, a partir de lo cual logran diferentes gamas.
Por ejemplo, ahondó, se emplea la limonita de Pinar del Río en la elaboración de pinturas con componentes nacionales y el desarrollo de añadidos.
Una de las directrices de trabajo mencionadas por Pulido es el estudio de todos los áridos de la Isla -como la arena y el granito-, cuyos resultados conformarán tres catálogos según las regiones geográficas: occidental, central y oriental, respectivamente.
Ya terminó la caracterización de las dos primeras, puntualizó, y estamos finalizando la tercera.
La determinación de las propiedades de esos materiales permite formular mezclas y establecer las dosificaciones que propicien un uso más racional del cemento y los propios áridos, acotó.
A solicitud de la dirección del país, refirió Pulido, en la actualidad emprenden el programa de desarrollo de una impresora de tecnología de tercera dimensión para la fabricación de viviendas.
Esto permitiría un ahorro considerable de materiales, sentenció.
Nos encontramos en la etapa de la investigación de los componentes y ya se dispone de la propuesta mecánica del prototipo, expresó.
En ese sentido, abundó, nos encadenamos con el Grupo Empresarial de la Industria Electrónica.
OTRAS ASPIRACIONES
La institución prepara, asimismo, informes de idoneidad técnica a entidades y cuentapropistas, como garantía de la eficacia de determinadas elaboraciones.
Es también una fuente de exportación dentro de las fronteras, pues muchas de las empresas foráneas enclavadas en la Zona Especial de Desarrollo Mariel (ZEDM), citó como ejemplo, necesitan la certificación de aptitud de las mercancías para su empleo en el territorio insular.
La importación de tecnologías constructivas supone un procedimiento de prueba que respalde dicho aval de idoneidad, y luego es aprobada por un comité de expertos.Incluso, existen elementos que, si bien resultan válidos en otras naciones, aquí pueden sufrir cambios debido a las condiciones ambientales, advirtió el entrevistado.
De igual modo, precisó que están en la etapa final de la confección de un manual técnico para la producción de materiales que contiene las características y formas de hacer los elementos, lo que es de gran utilidad para directivos y fabricantes, indicó.
El CIDC está presente en programas de alto impacto, como el que llevan a cabo con Antillana de Acero para el aprovechamiento de desechos (o escoria) que hoy devienen un problema ambiental y se transforman en elementos de pared o en viales, añadió Pulido.
Cada vez que se ahorra cemento se consume menos energía, sostuvo, y de tal manera hay un aporte a la limpieza porque esa producción es altamente emisora, afirmó.
Uno de los proyectos de la entidad es la adición de un 15 por ciento de caliza al cemento producido en Mariel, lo cual economizaría materia prima y transporte.
A la par, efectuamos el análisis y la comprobación cualitativa de los materiales en obras para el turismo, significó.
El especialista recordó la contribución del CIDC, de conjunto con la Universidad Tecnológica de La Habana José Antonio Echeverría, a un programa financiado desde el exterior que se basa en la utilización de una fibra reforzada de procedencia rusa que sustituye al acero.
De consumarse esa aspiración, se ahorrará cemento y energía, dada la disminución del espesor de los elementos, apuntó.
En cuanto a tecnologías constructivas, expuso que el centro ha impulsado distintas alternativas, tanto para zonas menos pobladas como en las densamente habitadas, en cuyo caso se halla el municipio de Habana Vieja.
El ingeniero aclaró que el organismo se encarga de la parte investigativa, pero posee una planta piloto donde los estudios se realizan a escala semindustrial.
Antes de concluir, citó que el quehacer del CIDC se apoya en las prestaciones de una planta de cemento y otra para la elaboración de pinturas, y cuentan con molinos y estufas, entre varios medios.