Las Tunas.- Medidas de flexibilización de la venta de productos agropecuarios fueron anunciadas en esta provincia del oriente cubano en el programa radiotelevisivo Alto y claro, como parte de la aplicación aquí de la nueva política para la comercialización de productos agrícolas aprobada por el Consejo de Ministros en noviembre pasado. Las transformaciones implicarán la vuelta a la actividad en los puntos de venta y mercados de libre concurrencia en todo el territorio. Igualmente suponen un reimpulso a la actividad de los vendedores ambulantes de productos agrícolas, comúnmente llamados carretilleros.
Yoel Martínez Varga, delegado del Ministerio de la Agricultura (Minagri) en Las Tunas, explicó que no será obligatorio que lo cosechado por los cultivadores pase por una entidad acopiadora estatal. En estos casos, aclaró, será fundamental la firma de un contrato entre el productor y el comprador estatal que garantice los requerimientos de las instituciones sociales. De hecho, dijo, está abierta la posibilidad de que todas las cooperativas, los usufructuarios, los propietarios de tierra y las empresas estatales, vendan los productos agrícolas y cárnicos, frescos y procesados en la red de tiendas minoristas.
Estos cambios elevan a mil 841 los sitios o personas que ofertan viandas, hortalizas, vegetales o carne porcina o de ganado menor en suelo tunero, dentro de los cuales son 570 carretilleros. Es, precisó, un incremento en 326 puntos más con respecto a los existentes hasta el momento. Lo hecho ahora, expresó, es posible, porque esta política faculta a las administraciones locales del Gobierno para concordar precios por acuerdo de Acopio y minoristas, aplicables en sus respectivos territorios a los productos agropecuarios que no tengan precios centralizados.
De esta manera ocurrirá la reapertura de mercados históricos de libre concurrencia en la capital provincial como el del Ferrocarril y Bonachea. “Los productos estarán más frescos y generarán más empleos”, afirmó el delegado del Minagri. Igualmente regresa la venta de carne de cerdo en pequeños establecimientos en los barrios citadinos.
Ernesto Cruz Reyes, director provincial de Finanzas, dijo por su parte que se ha establecido una cotización máxima para un grupo de mercaderías agropecuarias, aunque en cada municipio sus respectivos gobiernos pueden aprobar otros más bajos según las características del mercado en sus demarcaciones. La carne de cerdo, ejemplificó, tendrá un precio máximo de 85.00 pesos la libra y la de ganado menor, 90.00. “El cumplimiento de estos precios es a partir de su publicación en cada municipio”, aclaró.
Desde el miércoles, ya el Consejo de la Administración Municipal (CAM) de Puerto Padre aprobó el precio para la venta de carne de cerdo en esa demarcación, que será de 85.00 pesos la libra. Según expresó dicho órgano de Gobierno, “a medida de que las condiciones lo permitan se seguirá valorando su precio para ir bajando el aprobado.
“Quienes violen lo estipulado, se les incautará el producto y se les aplicarán las sanciones correspondientes", advirtió.
Algo similar hizo este viernes el CAM de Las Tunas, cuando certificó los precios máximos minoristas en pesos cubanos (CUP) de los productos agropecuarios de primera calidad que se aplicarán en los mercados, puntos de venta pertenecientes a la granja urbana, trabajadores por cuenta propia y placitas de dicha demarcación, con excepción de los mercados El Tunero y El Mambí.
Julio Quiñones Guerrero, director provincial de la Oficina Nacional de la Administración Tributaria (ONAT), detalló que para lograr la reapertura de los puntos fijos de venta de productos agropecuarios estos se han asociado a granjas urbanas, pues la actividad con esas características no está aprobada como tal para el trabajo por cuenta propia.
Los vendedores de viandas, vegetales, hortalizas, destacó, tendrán una bonificación del cinco por ciento si comercializan a precios topados, si no, será del 10 por ciento. “Para pagar sus impuestos deberán hacer una declaración diaria de sus ingresos y su aporte lo harán a través de la granja a la que se asociaron”, indicó.
En el caso de los vendedores de carne de cerdo, señaló Quiñones Guerrero, pagarán una comisión del uno por ciento de sus ventas a la granja urbana a la que estarán asociados. “No es un impuesto, porque esa actividad no está aprobada todavía”, argumentó.
Juan Miguel Infante, director de Inspección Integral, aclaró que continuará la acción del cuerpo de inspectores para hacer cumplir las leyes establecidas sobre el tope de precios y otras normas asociadas a la protección al consumidor. No obstante, el control popular es imprescindible, insistió.
“Lo determinante será tener una base productiva fuerte que sustenten esos cambios”, opinó el gobernador provincial, Jaime Chiang Vega sobre la anunciada flexibilización de la venta de surtidos agropecuarios en Las Tunas. “La eliminación de las trabas a quienes hacen uso de fuentes lícitas es el propósito de estas medidas y siempre respetando los compromisos con el Estado”, concluyó.
Manuel Pérez Gallego, primer secretario del Partido, ratificó la alta prioridad que la dirección de esa organización política y del Gobierno le prestan a la producción de alimentos. “Estamos a la escucha de la opinión popular”, aseguró. El dirigente partidista anticipó que el próximo sábado la Dirección Provincial de Educación explicará desde Alto y claro los pasos por seguir con el curso escolar en el municipio de Las Tunas, luego de que concluya la semana de receso docente.
Economistas hacen notar que los alimentos tienen una participación importante en los gastos de las familias cubanas, y más entre las que dependen únicamente de salarios o pensiones, que destinan entre el 42 y el 50 por ciento sus ingresos a esa compra.
Comentarios
El resto del salario es para pagar la electricidad y punto final
Suscripción de noticias RSS para comentarios de esta entrada.