Las Tunas.- En las condiciones desventajosas que ponen a la economía cubana el bloqueo norteamericano y la pandemia del nuevo coronavirus, resulta muy estimulante conocer que los azucareros tuneros reciben septiembre con adelanto en los preparativos de la próxima zafra.
Acumular entre julio y agosto un avance físico en las reparaciones industriales del 42 por ciento -equivalente al 107 por ciento de cumplimiento del plan previsto-, merece reconocimiento, pues a diferencia de otros sectores, es en esos meses que la “calma” en el proceso productivo, permite a la Agroindustria Azucarera darles vacaciones masivas a los trabajadores, técnicos y dirigentes.
Ese saldo también es admirable porque constituye fruto de una gestión combinada, que les posibilitó a los centrales Majibacoa, Colombia y Antonio Guiteras saldar sus compromisos para la etapa en el orden del 110, 101 y 111 por ciento, respectivamente.
Vale aclarar, sin embargo, que el último de esos ingenios no pudo satisfacer la meta prevista para agosto, debido a los atrasos registrados en el área de los molinos, lo cual pone en alerta a sus obreros.
Preservar en septiembre y octubre la ventaja alcanzada durante la temporada estival exige de ejecutores y abastecedores total entrega y consagración, máxime cuando la historia ha demostrado que a partir de ahora los recursos a pie de obra tienden a escasear.
De ahí que Rafael Pantaleón Quevedo, director general de la Empresa Azucarera en el Balcón de Oriente, reclame la incorporación inmediata de todas las fuerzas disponibles, extender la jornada laboral por más de 10 horas y, de ser necesario, habilitar los sábados y domingos. Asimismo, trasladar sin demora a las unidades empresariales de base cuanto recurso llegue a la provincia, intensificar en los talleres la recuperación de equipos y piezas, redoblar la atención a los colectivos y hacer un uso racional de los electrodos y gases industriales, entre otros imperativos.
En cada puesto de la agroindustria, el transporte automotor y ferroviario y demás entidades de apoyo, no puede perderse de vista que la calidad y la ejecución en tiempo y sin fisura del programa concebido para dar respuesta a los problemas de la última campaña, devienen soportes fundamentales en la aspiración de los tuneros de lograr mayor eficiencia y producción de azúcar en la zafra 2020-2021, que aquí debe comenzar en noviembre.