Partidos de centro y de izquierda hicieron un llamamiento a un frente común para evitar la elección de diputados de extrema derecha, luego de que el partido Reagrupamiento Nacional (RN, por sus siglas en francés), de Marine Le Pen, fue el más votado en la primera vuelta de las elecciones legislativas francesas celebrada este domingo con un 33 por ciento, por delante de la coalición de izquierda Nuevo Frente Popular (NFP, 28,5 por ciento) y la centrista Juntos por la República (22 por ciento).
Por detrás de las tres fuerzas principales se sitúan Los Republicanos con un 10,5 por ciento, otros (regionalistas, ecologistas, dos por ciento; extrema izquierda 1,5 por ciento; izquierda diversa y disidentes del NFP 1,5 por ciento; Recuperación 0,5 por ciento, y varios soberanistas y de derecha 0,5 por ciento.
La jornada tuvo una alta participación, de un 67,5 por ciento, 20 puntos superior a la de la primera vuelta de las elecciones legislativas del 2022 (47,51 por ciento).
Marine Le Pen ha agradecido los votos y ha hecho un llamamiento a lograr una mayoría absoluta en la segunda vuelta, prevista para el 7 venidero: "Necesitamos una mayoría absoluta. Una participación tan elevada da una fuerza particular al voto, para poner en marcha la recuperación de Francia. Les pido que se unan a la coalición de libertad, seguridad y fraternidad. ¡Movilízate para que gane el pueblo!".
Además, se ha felicitado por los resultados que han" borrado por completo" al bloque que apoyaba al actual presidente, Emmanuel Macron; pidió tener cuidado con quienes solo quieren perpetuar un sistema que ha fracasado y subrayó que "ningún francés perderá derechos. Al contrario, los derechos estarán garantizados y, en cuanto la situación lo permita, se crearán otros nuevos".
También ha intervenido el presidente de la Agrupación Nacional, Jordan Bardella, quien ha prometido ser "un primer ministro de convivencia, respetuoso de la Constitución y la función del presidente de la República, pero intransigente", según Europa Press.
ALTERNATIVA
El líder de la Francia Insumisa (LFI), Jean-Luc Mélenchon, afirmó este domingo que la unión de izquierdas del Nuevo Frente Popular (NFP) es la única alternativa a la ultraderecha, pero en paralelo anunció que en la segunda vuelta de las elecciones legislativas, el próximo 7 de julio, retirarán las candidaturas allí donde han quedado en tercer lugar.
"En todas las circunstancias nuestra consigna es clara: ni un voto de más para el RN, ni un escaño de más para el RN", espetó.
Por ello, aunque en la mayor parte de las circunscripciones la segunda vuelta del 7 de julio será un duelo a dos, mayoritariamente entre el NFP y RN, allí donde tres candidaturas pasan a la siguiente ronda, el bloque izquierdista retirará la suya para evitar dividir el voto frente a la ultraderecha.
Mélenchon hizo hincapié en que la "trampa" de la disolución de la Asamblea Nacional y la convocatoria anticipada de elecciones legislativas que ideó el presidente francés, Emmanuel Macron, se ha vuelto en su contra en una "dura e indiscutible derrota del presidente, de su candidato (el primer ministro, Gabriel Attal) y de la pretendida mayoría presidencial".
EXPLICACIÓN
En Francia se vota cada cinco años en dos comicios distintos: los presidenciales, donde se escoge al presidente, y los legislativos, que se celebran justo después, y es donde se escoge la composición del Parlamento. En función de la mayoría política que salga aquí, se forma el Gobierno.
Las legislativas tendrían que haberse celebrado en el 2027, como las presidenciales, pero Emmanuel Macron decidió disolver la Asamblea y adelantar los comicios tras el triunfo de la extrema derecha en las elecciones europeas del pasado 9 de junio. Jordan Bardella, candidato del partido de Marine Le Pen, logró en las urnas el 32 por ciento de apoyos, el doble que la candidata macronista. Macron dijo que no podía permanecer sordo al veredicto de las urnas.
La Asamblea está dividida en tres bloques irreconciliables. Por un lado, están las fuerzas autodenominadas moderadas: el partido de Macron y sus aliados (Modem y Horizons), en el centro. Por otro, está el bloque de extrema derecha que lidera el partido de Marine Le Pen (Reagrupamiento Nacional) y al que se han unido parte de Los Republicanos. Esta formación de la derecha tradicional (hermana del PP en España) hasta ahora no había querido aliarse con ella. Su presidente, Eric Ciotti, decidió hacerlo y los apoyos del partido están divididos.
En el otro extremo del arco parlamentario está el bloque de izquierdas. Estos se presentan conjuntamente en estas elecciones bajo el nombre de Nuevo Frente Popular. Lo integran socialistas, ecologistas, comunistas y el partido de La Francia Insumisa, liderado por Jean-Luc Mélenchon.
SISTEMA ENREVESADO
En Francia se vota en dos rondas. La primera se celebra este domingo, y la siguiente, la definitiva, el próximo domingo. Para ser directamente elegido en la primera vuelta hay que tener al menos 50 por ciento de los votos emitidos y al menos el 25 por ciento de los votos inscritos sobre el censo. Es muy difícil obtener tanto apoyo, y en el 2022 solo cinco diputados consiguieron su escaño en la primera vuelta.
Por eso, por norma general, pasan dos candidatos a la segunda vuelta: los que han tenido al menos el 12,5 por ciento de los votos inscritos. Si superan esta cifra de apoyos, pueden pasar tres o más candidatos; en el 2022 hubo ocho casos entre todas las circunscripciones.
Y en la segunda vuelta es elegido diputado el que más votos tiene. Normalmente los candidatos eliminados en la primera ronda dan consigna de voto de cara a la segunda, optando por uno de los dos finalistas, aunque no sea de su color político.
Por ejemplo, como señalamos, el bloque de extrema izquierda ya ha anunciado que pedirá el apoyo para el candidato que sea con tal de que no gane el del partido de Le Pen, que de lograrlo sería el primer partido de extrema derecha que llegue al poder desde la Segunda Guerra Mundial.