Moscú.- El ministro ruso de Asuntos Exteriores, Serguéi Lavrov, señaló hoy que Occidente hace la vista gorda ante las violaciones de los derechos humanos y las libertades en Ucrania a cambio de la lealtad incondicional de Kiev.
El canciller ruso intervino este martes en una sesión del Consejo de Derechos Humanos (CDH) de Naciones Unidas, en Ginebra, a través de un mensaje de video, ante la imposibilidad de viajar a la ciudad suiza por el cierre del espacio aéreo europeo a Rusia.
“El actual régimen de Kiev es un ejemplo vivo del hecho de que cuando eres un vasallo leal de una potencia hegemónica y participa con particular celo en servir su política de contener a Rusia, puedes hacer cualquier cosa”, indicó.
Lavrov criticó el doble rasero de la actitud de Estados Unidos y sus aliados, “responsables directos de numerosas violaciones de los derechos humanos y del derecho internacional humanitario, culpables de crímenes que han matado a cientos de miles de personas inocentes en Yugoslavia, Irak, Libia, Afganistán”.
Asimismo, calificó de “frenesí rusofóbico” la decisión de los países occidentales de suministrar armas letales a Ucrania.
Apuntó que la verdadera histeria que se observa hoy en la OTAN y en la Unión Europea no hace sino confirmar que el objetivo de Estados Unidos y de todos sus aliados, construidos por Washington, era y sigue siendo crear una “anti-Rusia”.
Según el jefe de la diplomacia rusa, quienes se hicieron con el poder en Kiev a raíz de un golpe de Estado apoyado por Occidente desencadenaron el verdadero terror en Ucrania.
“Es imposible recordar sin estremecerse la terrible tragedia en Odesa del 2 de mayo del 2014. Entonces, los participantes en una manifestación pacífica fueron quemados vivos en la Casa de Sindicatos. Los delincuentes que cometieron esa atrocidad, cuyos nombres son conocidos, posaron frente a las cámaras de video, pero aún no han sido castigados”, recordó.
Denunció que la imposición constante del neonazismo y los ataques masivos a los derechos y libertades en Ucrania tienen lugar con la connivencia de Estados Unidos y sus aliados, “que se declaran de forma arrogante como modelos de la democracia”.
Lavrov manifestó que los mecanismos internacionales de derechos humanos de la ONU, el Consejo de Europa y de la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa no pudieron encontrar valor para reaccionar de manera adecuada ante la escandalosa anarquía en Ucrania durante todos estos años.
Asimismo, aseguró que Rusia respeta al pueblo ucraniano y no tiene intención de vulnerar los intereses de sus ciudadanos, con los que “estamos unidos no solo por una historia común, un parentesco civilizacional, espiritual y cultural, sino también por lazos de sangre y familiares”.
Advirtió que millones de ucranianos viven hoy en Rusia. “Para nosotros son los nuestros. Juntos siempre hemos sido y seremos mucho más fuertes y exitosos”, enfatizó.