Las Tunas.- En la actualidad, muchos jóvenes que gustan ejercitarse prefieren los juegos electrónicos o asistir a los gimnasios porque es lo que está de moda. De esa realidad escapa una adolescente que prefiere la práctica sistemática de deportes con pelotas. Annalie Alonso Gómez, de 17 años, es una estudiante del instituto preuniversitario vocacional de ciencias exactas (Ipvce) Luis Urquiza Jorge que vincula los resultados académicos con los atléticos, en una muestra de voluntad y exigencia; porque “tener buenos resultados docentes ayuda a ser disciplinada y sistemática en los entrenamientos. Hay que llevar ambas cosas con el adecuado equilibrio; si estás bien en la escuela, también lo harás en el terreno y viceversa”.
Apasionada del fútbol desde niña, Annalie comenzó su acercamiento hacia este deporte en el 2022 y, aunque parezca un período breve, ya ha participado en dos campeonatos nacionales con el equipo de Las Tunas, uno Sub-18 y el otro Sub-20; y también añade a su corto, pero interesante palmarés, que integró la preselección nacional para menores de 20 años.
“Desde pequeña me gustan los deportes y en especial el fútbol. Considero que es un juego con un gran número de seguidores no solo en Cuba, sino en todo el mundo. Nada es comparable con la emoción de escuchar cantar un gol”, mientras lo dice un brillo en sus ojos delata la pasión que lleva dentro, como si rebuscara en su memoria el último disparo que acabó dentro de las redes.
Esta joven seguidora del Fútbol Club Barcelona tuvo sus inicios en el área deportiva del centro escolar Juan Ramón Ochoa, ubicado en el reparto La Victoria de esta oriental provincia cubana. Allí asistió al llamado que realizara hace dos años el entrenador Raúl Medina Pérez, cuando comenzó a captar niñas interesadas en el balompié.
Sin dudas, Alonso Gómez tiene las habilidades necesarias para sobresalir en la cancha, además de una envidiable potencia de pegada en ambas piernas, como pocas; esto la convierte en una mediocampista ideal, capaz de manejar los tiempos en una zona del campo que demanda desgaste físico y visión de juego para asumir, de la mejor manera, las transiciones de defensa a ataque y a la inversa. En los botines, al igual que en la personalidad e inteligencia, Annalie alberga los valores más buscados por un técnico.
SIN PENSARLO DOS VECES
Para esta joven parece no existir límites en cuanto a los desafíos deportivos, los cuales ha enfrentado, pese a su corta edad. Además del fútbol, posee destrezas como para incursionar en otros deportes, ello se ratifica con su inclusión en el equipo tunero de béisbol 5 que participó en la más reciente edición del Campeonato Nacional, en Guantánamo, durante el calendario anterior.
“Buscaban jóvenes para que integraran la preselección con vistas a participar en el Campeonato Nacional. Yo estaba jugando voleibol en la escuela y los entrenadores que realizaban las captaciones observaron algo en mí. Después de que terminó el encuentro se acercaron para hacerme la propuesta de si quería integrar la preselección del equipo Las Tunas; luego me dijeron que habían visto potencia en el ataque, algo que les llamó la atención”, agrega como si redescubriera por sí misma sus potencialidades.
“Intervenir en la competencia de béisbol 5 y representar a mi provincia fue una experiencia maravillosa. A pesar de que nunca había practicado este deporte, me gustó mucho y sirvió de motivación para prepararme más y asistir en mejores condiciones al próximo torneo”.
Sin dudas, estamos en presencia de una atleta con sobradas características, condiciones físicas y psicológicas para, en un plazo inmediato, convertirse en una de las más destacadas futbolistas del país. Y, con certeza, muy pronto su nombre también se escuchará entre los practicantes del béisbol 5 con resultados loables; y quién sabe si hasta un día la vemos caminando por las calles de Las Tunas vistiendo orgullosa el uniforme del equipo Cuba.