Las Tunas.- Los colores rojo, blanco y azul de los uniformes escolares inundaron desde bien temprano de este lunes las calles de Las Tunas, en las mochilas un montón de sueños por cumplir y en los rostros la expectativa de ser el futuro de un país que apuesta, ante todo, por la educación de sus hijos.
El curso 2024-2025 ya descorrió sus cortinas y más de 79 mil estudiantes representativos de todos los niveles ocupan las aulas de unas 674 instituciones tuneras, las cuales lucen hoy sus mejores galas para recibir a infantes, adolescentes y jóvenes con globos, un abrazo, una canción y la alegría de estar en su segunda casa.
Las emociones a flor de piel, la sonrisa por el reencuentro entre los amigos del aula y una que otra lágrima porque ha llegado el momento de separarse un poco del hogar para asistir diariamente a la escuela, y que la familia se convierta entonces en compañía constante y apoyo vital para que la fiesta del saber tenga siempre un curso feliz.
En el círculo infantil Pequeños Capullos, en el reparto Aguilera, de esta ciudad, un recibimiento sencillo, pero emotivo, acogió a quienes estrenaron su uniforme de prescolar y apenas pueden contener las ansias por descubrir sus libros de trazos, escrituras y nociones de matemáticas.
Tal es el caso de Malena Quintana Rojas, quien comenzó la fiesta escolar mucho antes de que iniciara este calendario docente porque, desde que tuvo su uniforme nuevo, repasó en más de una ocasión cómo luciría con su lazo rojo en el pelo y, por supuesto, toda la familia asistió a su salón de prescolar para dejar guardado en el recuerdo tan importante momento.
Los colores de la bandera matizan las redes sociales y los buenos augurios de familias y docentes se sobreponen a cualquier contratiempo, pues el intenso trabajo de aseguramiento a este calendario escolar 2024-2025 evidencia el esfuerzo y el compromiso de una nación entera.
Las Tunas amaneció con flores para José Martí, la Bandera cubana ondea más soberana que nunca y, mientras las familias regresan a sus labores cotidianas, en las aulas se siembra la semilla del saber entre lápices, libretas y libros de texto.