Las Tunas.- "El turno del domingo en la noche dio una respuesta con la producción de unas 130 toneladas de azúcar con buena calidad y por encima de 99 por ciento de Pol (contenido de sacarosa en caña). Vemos un central más estable, más organizado".
Lo afirma el ingeniero Carlos Górgora Serrano, jefe de Producción del central Antonio Guiteras, con el optimismo con el que ha enfrentado desde hace más de cuatro décadas los desafíos de la zafra.
Explica que es la primera vez que logran esta cantidad en los días de contienda, y tanto él como el ingeniero Juan Carlos Molina Diéguez, director del ingenio, y el colectivo laboral consideran el hecho como evidencia del despegue de la industria, cuyo plan de producción es el mayor asignado a una fábrica de su tipo en Cuba.
Desde el pasado 24 de enero comenzaron las operaciones signadas por problemas técnicos, fundamentalmente en la planta moledora, asociada a roturas de los conductores de arrastre, pero ahora parece que definitivamente cristalizan esos esfuerzos e irán consolidando la estabilidad productiva que reclaman la economía nacional y local.
Górgora Serrano adelanta que prevén una parada técnica para dar un mantenimiento general e incorporar al proceso el sexto molino, "pues ahora solo estamos trabajando con cinco, lo que no permite cumplir las expectativas", asegura.
Dice que contar con los seis molinos es una fortaleza para alcanzar la eficiencia de manera integral, incluyendo la energética, porque favorece el funcionamiento de las calderas y les ayudará a no depender en sus operaciones del Sistema Electroenergético Nacional e, incluso, le podrán brindar sus aportes.
Pondera la labor desarrollada, y el espíritu de los trabajadores y los mecánicos, quienes han dado siempre y a cualquier hora el paso al frente para buscar soluciones a los problemas en el afán colectivo de vencer el compromiso productivo.
Reconoce que esas arduas jornadas, el colectivo ha estado acompañado por las máximas direcciones del Partido, el Gobierno, la CTC y el sindicato, y por especialistas de los centrales Uruguay (Sancti Spíritus) y de sus similares de Majibacoa, Colombia y Amancio, todos de Las Tunas. Esperaban la incorporación de fuerzas del central Cristino Naranjo (Holguín).
Así suplen el déficit de fuerza técnica calificada en puestos clave, consecuencia de la fluctuación laboral hacia otros sectores, principalmente privados, con mejores salarios. Y Górgora Serrano remarca que con este apoyo han garantizado que la industria no se detenga.
El directivo explica que para hacer la zafra tienen la caña pactada con la Agricultura, que debe asegurar unas nueve mil 200 toneladas cada día y que el central muela al 70 por ciento de su norma potencial.
Otro reto, destaca, es elevar la calidad del azúcar, porque alrededor del 77 por ciento de la materia prima que reciben son cañas quedadas y requedadas, con bajos niveles de pureza, lo que exige una labor más eficiente.
En todas las áreas del central se palpa el espíritu de trabajo y el afán por vencer las dificultades para coronar el compromiso productivo y con la calidad exigida.
"No vamos a renunciar al plan", enfatiza Górgora Serrano, y aunque hay atrasos considerables -no han llegado a las mil toneladas-, ellos confían en que podrán vencer el compromiso porque tradicionalmente los meses de febrero, marzo y abril son buenos para hacer zafra en ese territorio.
Y el veterano azucarero remarca: "Estoy seguro de que después del mantenimiento planificado para esta semana, el ingenio dará un cambio de 180 grados y va a corresponder con el esfuerzo de los trabajadores".