Las Tunas.- La Enseñanza General en Las Tunas mantiene la vitalidad de sus actividades en medio del azote de la Covid-19. Para eso, se potencia el pesquisaje y se requiere la comunicación constante con cada familia. Así lo explicó en la emisión sabatina del programa radiotelevisivo Alto y claro, el director provincial de Educación, Nilser Piñeda Cruz.
“Desde que comenzó la pandemia en marzo del año pasado, se han enfermado aquí 10 menores, generalmente asociados a los viajeros; y todos han evolucionado favorablemente.
“En estos momentos mantenemos aislados a mil 479 estudiantes en alrededor de 36 aulas, de las que 29 resultan escuelas del municipio cabecera. Y todo porque el trabajo que hacemos es preventivo y desde que conocemos de los primeros indicios de un posible caso tomamos las medidas precisas, mucho antes, incluso, de tener un resultado de PCR.
“Es una cifra que no resulta alarmante, si comparamos a Las Tunas con otros territorios cubanos, y no hace necesario detener el curso escolar, un momento que, esperamos, no llegue, porque lejos de decrecer, el país y el territorio están aumentando el rigor en todo lo relativo a la disciplina social y las medidas para que se cumplan los nuevos códigos de vida”.
La provincia cuenta con 642 escuelas y el directivo insiste en que en cada una de ellas los protocolos de salud son exigentes y están constantemente supervisados por las autoridades médicas. Acotó que se han incorporado a lo establecido para esta etapa, un grupo notable de medidas adicionales que incluyen las clases en una sola sesión, eliminar las aglomeraciones y permitir que un número importante de trabajadores no permanezcan en las escuelas, entre otras.
La aprobación reciente del Decreto 31, con normas más estrictas para los incumplidores de las disposiciones que son indispensables en esta nueva normalidad, invita a reflexionar, a juicio del experto, sobre la responsabilidad individual y de cada familia ante la pandemia.
“Hacemos un llamado a todos, porque hemos visto a estudiantes después de la escuela en las calles jugando. Las medidas no son efectivas si cuando salen de los centros escolares no hay control sobre ellos y están en las áreas deportivas, entre los edificios, en otras actividades.
“No hay un nivel de conciencia de lo que significa el aislamiento y temas como el uso del nasobuco o el distanciamiento físico para algunos, se quedan en la escuela. Si todos no cooperamos es más difícil ganarle la batalla al virus”.
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