Las Tunas.- La emisora provincial Radio Victoria está cumpliendo 70 años, esa que es casa para muchos desde la distancia y para otros que están muy cerquita; como es el caso de Laraine Ortiz Curbeira, una mujer radio, a quien es imposible olvidar en esta provincia cuando se cuenta la historia del medio.
"Radio Victoria (RV), déjame ver por dónde comienzo, porque ese lugar es mi vida, me has destapado los mejores recuerdos -dice Laraine con los ojos llorosos. Empecé allí con tan solo 17 años de edad, en 1973, y me jubilé en el 2013 por problemas de salud, no porque fuera mi deseo, es decir, tuve que dejar de trabajar, pero nunca he dejado de estar allí.
"Te puedo contar historias lindas que han ocurrido a través de años… Entré por azares del destino, yo iba a estudiar Medicina en Santiago de Cuba y cuando me llegó la beca mi papá no me dejó ir, entonces mi hermano, que trabajaba en la emisora, Javier Ortiz Curbeira, ya fallecido, me llevó de sus manos para que conociera el ambiente radial.
"Es gracioso porque cuando era niña mi mamá decía que yo sería maestra o escritora, era muy fantasiosa, siempre estaba contando historias; gracias a mis fantasías y sueños pude trabajar en la Radio. Allí conocí a muchos trabajadores, algunos ya no están entre nosotros, ellos demostraban una pasión increíble ante aquellos aparatos primitivos que nada tienen que ver con los de estos tiempos.
"Después de aquel recorrido comencé a hacer radio enseguida, era tanto mi interés, pues podía fomentar mi escritura, y de la mano de Gerardo Alfonso y Jorge Carbonell -que todavía se encuentran laborando en las cabinas- aprendí a hacer los guiones, los llamados libretos, y todo esto pasando cuanto curso abrían. Toda mi vida me dediqué a estudiar", dice entre risas Lara, como muchos cariñosamente la llaman.
Mucho hay que contar sobre esta mujer, directora de programas, Micrófono de Oro de la Radio Cubana y merecedora de tantas distinciones como años muestran sus canas, pero…, ¿quién es Laraine Ortiz Curbeira? Esa pregunta se responde en las cabinas de RV, en las calles, en las generaciones pasadas, en el ir y venir de directores, realizadores, locutores y niños que enamorados por la magia del sonido descubren, al igual que ella 50 años atrás, un mundo sorprendente.
Hay personas que dejan huellas bonitas en la memoria, y es el caso de Raúl Ugarte Batista, de quien guarda el mejor de los sitios en su corazón esta mujer orquesta, porque su labor como realizador de sonido, devenido director, fue el que le abrió a ella el mejor de los caminos. "Un día sin más, me dijo, 'te voy a preparar para que dirijas programas infantiles', y desde entonces esa fue mi mayor pasión, el trabajo en programas infantiles".
Los retos que veía distantes comenzaron a ser más reales, estaba preparándose para dirigir a personas con mucha experiencia y que hacían los programas infantiles en vivo. Con el tiempo muchos se fueron del lugar, otros sentían que el trabajo con niños era demasiada responsabilidad y quedó ella, dispuesta a todo por mantener vivo aquello que tanto amaba.
¿Cómo ve Lara el trabajo de aquellos años '70 y '80 en comparación con esta era digital?
Antes se hacía una radio muy bonita, no es que ahora no se haga, sino que, en aquellos tiempos, como yo lo veo, la gente estaba un poco más enamorada de la emisora, es decir, tenían más pasión por lo que hacían. Y yo aprendí de esa manera".
Esta escuela que fue RV no solo le permitía superarse en el aula, sino también en el día a día con la programación, y tener la posibilidad de hacer programas en vivo la ayudó mucho para sacar adelante el trabajo que vendría después. Las críticas constructivas de los oyentes y las consideraciones de los padres que se acercaban a ella le posibilitaron mejorar su labor con los niños, y crear espacios con más calidad.
"Lo mismo sucede con el trabajo en equipo, tenemos que escucharnos entre todos, y cuando se trabaja con los más pequeños funciona igual. Ellos también tienen sus observaciones, si no somos capaces de escuchar a los niños, ese programa infantil no va a quedar bien".
Mañanitas infantiles y El mundo de la fantasía son sus hijos mayores, los tuvo por ingenio y necesidad, por amor. "Mañanitas infantiles estaba hecho por niños pequeños de segundo y tercer grado que tenían entre sus funciones hacer la locución, -y es aquí cuando viene de nuevo a la conversación el saber escuchar. Uno de los niños que trabajaba conmigo me decía: '¡Lara, eh!, permiso, dígame, ¿por qué yo tengo que tirar el capó aquí, y por qué yo tengo que hacer esto o aquello…?', realmente ya él sabía la técnica por aplicar en la locución".
Acostada en su casa, debido a esos mismos padecimientos que la obligaron a jubilarse hace 10 años atrás, escucha y siente en su cuerpo cada historia, pero también usa su visión como directora, la que le permite corregir la actuación de algún niño que no dijo las palabras en el orden que iban o que simplemente deletrea. Por estas mismas habilidades fue llamada en febrero de este año para impartir un curso de actuación y locución a 45 niños.
"No te puedes imaginar lo feliz que me puse, volver a ser útil después de este tiempo. Ese curso es la satisfacción más grande que tengo ahora mismo, y quizás por el aniversario de la Radio algún periodista me pregunte o mis propios compañeros, y voy a decir que tuve la oportunidad de darles vida a muchos niños, que realmente pensaron que no podían hacerlo y ahí están, muchos de ellos son profesionales de los medios.
"Hace unos días el propio Carbonell habló en un comentario sobre los programas infantiles y mencionó, de manera muy espontánea, ¡Laraine con Mañanitas infantiles! Salió de él y de Sandra López también. Yo me siento contenta con eso y agradezco el apoyo siempre, el que me escuchen y cuenten conmigo, porque aquí está Laraine, que nunca va a echar para atrás".