30 Cinemazul ganador

Las Tunas.- Absorto en la magia del celuloide, Yury García Fatela creció como el pequeño Salvatore de Cinema Paradiso. Aunque no fuera en algún pueblucho italiano, sino aquí, en nuestra Isla, se coló por los intersticios de la cinematografía, se creyó algún que otro personaje y creció, creció amando el Séptimo Arte.

Por eso, y porque esta afición nunca lo ha abandonado, no resulta nada extraño que ganara el 30 Festival de Apreciación Cinematográfica Cinemazul, concluido recientemente en Las Tunas.

Así, por su análisis del filme El secreto de sus ojos, del director Juan José Campanella, el escritor, docente e incansable promotor cultural conquistó el Premio Ola, máximo galardón que otorga el certamen.

"Esta es una película del alma, que habla de la solución de un crimen, pero también de un amor no superado, que late durante 25 años en el interior de dos personas", confesó a 26, no sin dejar de reconocer "la genialidad" de elementos como el guion, la dirección, la actuación, la dramaturgia...

Para él, "el Cinemazul es un festival sui géneris, donde no compiten películas, sino el valor de la comunicación en torno al cine". Y menciona entre sus fortalezas que "ofrece la posibilidad de la interacción, la retroalimentación, de compartir sentimientos, múltiples saberes... Todos vivimos las emociones por las cintas y nos las transmitimos. Eso es lo importante".

Más allá del evento, Yury dirige en la ciudad cabecera el cineclub Carpe Diem, uno de los más activos de su tipo en la provincia. "No podemos pensar que esta actividad no es motivadora, sino todo lo contrario. Desde nuestra cofradía, hemos comprobado que gusta. Las nuevas tecnologías nunca podrán sustituir la magia de las salas oscuras".

Y, desde su experiencia, recomienda a los involucrados con esta esfera acercarse a escuelas, comunidades y diferentes espacios para despertar el interés por el cine. También exhorta a rescatar los barriodebates, que otrora demostraron ser funcionales.

"A la hora de analizar un filme todo influye mejor cuando compartes los conocimientos. Es un proceso hermoso. Si entiendes los elementos cinematográficos (dramaturgia, luces, sonido...), disfrutas más de las propuestas audiovisuales. Y no tienes que ser cineasta ni estudiar en el ISA para eso. Puedo asegurarte que siempre he visto el cine como una especie de magia, es una de mis grandes pasiones", asegura.

LA PARED DE LAS PALABRAS

Además de Yury, resultaron laureados esta vez con una mención especial Julio César Sanz Medrano (del municipio de Colombia) y Yusleydis Cruz Betancourt (de Manatí), con el Premio de Participación y un premio colateral que otorgó la Sociedad de Psicólogos de Cuba en Las Tunas.

Esta última se acercó al largometraje cubano La pared de las palabras, del director Fernando Pérez Valdés. En diálogo con 26, la agasajada dijo: "Es una película interesante. Versa sobre cómo tratar a personas que conviven con alguna discapacidad. Nos enseña cómo la familia, y la sociedad toda, debe insertarse para entenderlos mejor". Ella también recomienda buscar siempre la arista psicológica detrás de la trama porque, más que ver una película, "hay que vivirla, trasladarse a otra dimensión".

En general, esta vez el Cinemazul apostó por superarse y, desde las voces de siete cineclubistas, multiplicar esfuerzos para fortalecer una cita valiosa, que -desde la provincia- debemos apoyar más, en pos del desarrollo de nuestra cultura.

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