Las Tunas.- El proyecto comunitario Zabaleando anunció que estará dedicando su edición de este domingo a la figura de José Martí. No es la primera vez que lo hacen y tampoco están alejadas las esencias martianas de las dinámicas habituales de este equipo, que sigue marcando la diferencia en la calle Adolfo Villamar, especialmente, en los alrededores de la casa número 130.
En cada edición de sus empeños avanzan las obras buenas; entre ellas, está Por amor, una iniciativa que “comenzó por la familia, después se sumó la comunidad y ya involucra a gente de distintos lugares del territorio”, nos dice Eddy Agüero, el mayor de los hermanos que ahora lideran la comparsa y han dado vida a Zabaleando.
Mientras él habla, recordamos al Apóstol. “Tratamos de apoyar a las familias más vulnerables del barrio. La gente trae lo mismo una ropita que ya no use, unas chancletas, y hasta llegan módulos de alimentos.
“Tenemos un vecino que pertenece a una de las nuevas formas de gestión económica, por ejemplo, que en dos ocasiones ha traído comida, y nos dijo que volverá este domingo. Hace un bolsito con pollo, coditos, aceite, pastillitas para cocinar, refrescos, y las dona.
“Nosotros realizamos una especie de revisión de los casos más susceptibles y les entregamos los donativos, porque ayudar al que lo necesita no solo es parte del deber, si no de la felicidad”.
Eddy habla con soltura sentado al frente de su hogar y, mientras lo hace, responde el saludo de alguien al pasar. Escudriña el entorno y nos recuerda “que este 26, va a salir otra vez la comparsa, arrollando, por la ciudad”.
Ya al final, comenta: “El embrión de este sueño es la memoria del viejo (se refiere a su padre, fundador de la comparsa allá por los años 50 del siglo pasado) y la razón de ser de todo, el pueblo”.
Habla con sumo respeto y, mientras le escucho sigo pensando en Martí. Nada mejor que la máxima de hacer el bien para agasajarlo en otro enero de cardos y espinas, justo el hombre que vio imprescindible esa categoría para alcanzar la virtud.