Las Tunas.- Hanoy González Mesa tiene 31 años de edad. Llegó un día a Matanzas proveniente de Mayabeque y quedó hechizado por la magia de la Atenas de Cuba. Es barbero de oficio, pero la literatura se cuela como un personaje más en sus rutinas; no puede desprenderse de ella. Y así, como si trajera tijeras o clíper entre las manos, la peina, la revuelve, la recorta y la suelta, aliviado ya, ante el nacimiento de una nueva obra.
Hanoy envió sus Especies tropicales este año al Concurso Nacional de Narrativa Guillermo Vidal. En un tránsito desde su cuarto-catalepsia, los cuentos-especies nadaron desde la bahía de Matanzas hasta el Balcón de Oriente y, por supuesto, él iría tras "ellos" para pisar por primera vez tierra tunera. "¡Qué gente más cálida!", confesó a 26. Y así, sentado en un banco del parque Maceo, se prestó al diálogo…
TRAS ESPECIES TROPICALES
"El libro consta de cinco cuentos, de diferentes temáticas", inicia Hanoy. "Deseo encontrarle a cada historia no solo el interés de la historia en sí, sino la forma idónea de contarla. En una de estas, justo la que da título al libro, aparece un ser mitológico en la bahía de mi provincia. En otra ocasión narro la entrada de un huracán de gran categoría a la ciudad. También hablo de un retiro budista en Cuba y una trama se desarrolla en Topes de Collantes", explica.
Sin embargo, no es la primera vez que Matanzas le inspira. "Llevo 13 años en esa ciudad. Soy natal de Madruga, un pueblo pequeño de Mayabeque. Aunque inicialmente hice resistencia a quedarme en Matanzas, terminé enamorándome de ella y de la relación tan especial que tiene con sus aguas. La ciudad, el mar, los ríos… siempre son fuentes de inspiración en mi obra".
En cuanto a lo formal del cuaderno Especies tropicales, comenta: "Algunos cuentos están narrados un poco más clásicos, mientras que en otros utilizo técnicas como el flujo de conciencia, la reiteración en la sintaxis (uno de los rasgos que distinguen la obra de Vidal), entre otros". Al mencionar al autor de Matarile, rápidamente amplía sobre ello: "De él he leído California duerme y La saga del perseguido. Especialmente me impresionó muchísimo este último libro".
También confesó a este medio de prensa haberle gustado estar en Las Tunas durante la recién finalizada Jornada Literaria Guillermo Vidal. "Me impresionó descubrir muchos narradores aquí, más allá de la poesía, especialmente literatura hecha por jóvenes y de calidad", dijo. Y citó un exergo que acompaña su cuento Especies tropicales, que curiosamente le dijo un cliente durante su faena como barbero: "La próxima pandemia será la de la mente".
Pero Hanoy escribe desde mucho antes de ser barbero, aunque siempre narrativa. "Me atrapa el poder de las historias, cómo a través de ellas puedo llegar al alma humana. Luego cuenta que tiene dos libros en proceso editorial y próximamente, gracias al "Vidal", Especies tropicales saldrá por Ediciones Unión.
"Haber ganado este premio es algo muy bonito, me siento feliz. Apenas lo creo. Al recibir la noticia, en lo primero que pensé es en todo el trabajo que pasa uno escribiendo tantas horas en soledad. También conlleva el compromiso de seguir trabajando. Es un premio muy prestigioso y con el nombre de un gran escritor. Por tanto, representa -además- una manera de honrar su obra", expresó.
Por ese camino, ha ganado en otros certámenes valiosos como El Girasol Sediento, que convoca la Asociación Hermanos Saíz (AHS). Dice que empezó a escribir a los 18 años, inspirado "en historias de vida, situaciones que veía, en la lectura…". Pero especialmente lo marcó leer a William Faulkner.
"Con él me di cuenta de que la literatura iba a ser algo importante en mi vida. Hoy, de hecho, es el centro de ella, pues escribo todos los días y, si por algún motivo no lo hago, me siento culpable. Escribo en mi cuarto, en soledad. Actualmente realizo una novela y resulta muy bonito porque, aunque me siento cansado, me motiva a seguir. Es algo que me saco de las entrañas. Escribir es mi presente y mi futuro".
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Hace apenas unos días se dio a conocer el resultado del Concurso Nacional de Narrativa Guillermo Vidal, ganado por este chico con nombre similar a la capital de Vietnam. Un prestigioso jurado, compuesto por Carmen Hernández Peña (Ciego de Ávila), Rubén Rodríguez (Holguín) y Raúl Flores Iriarte (La Habana), luego de analizar las 13 obras en competencia, reconoció en su cuaderno "la sutil exploración de lo genérico afectivo, la sobriedad sostenida del tono y las variaciones del punto de vista narrativo, la redacción dentro de los estándares sintáctico y gramatical (…), así como la actualidad de un pensamiento literario".
¿Volverá la bahía de Matanzas a signar sus caminos? Posiblemente. Mientras tanto, lo que sí es evidente es que ahí hay un joven con potencial, un muchacho que con sus modestas tres décadas de vida ha hecho suyo un oficio y pretende domesticarlo, aun en tiempos de fiereza, como si de una especie tropical se tratara. Y si la próxima pandemia es de la mente o no, él -por si acaso- ya nos vacuna con dosis justas de buena literatura.