• Este Primero de Junio se celebra el Día Internacional de la Infancia. 26 se acerca a un colectivo artístico que la defiende en su quehacer diario
Las Tunas.- "Antes vivía mataperreando, en vicios y malos pasos. 'Lírica' me cambió; me alejó de la calle. Hoy invierto mi tiempo en el baile en vez de estar haciendo otras cosas", comenta David Mayo González, con unos ojitos brillosos que dicen más que mil palabras. "Somos una familia, nos ayudamos unos a otros", agrega Natalia Peña Apiau, y mira a sus compañeros como si los conociera de toda la vida.
Las voces de estos quinceañeros resumen la esencia de la cofradía: Renacer de Lírica es más que un grupo danzario; es un colectivo que transforma y moldea en mejores personas. El instructor de arte Israel Martínez Tratman, el líder, conoce bien su papel. Esta agrupación, incluso, es una especie de continuación de Lírica de Barrio, elenco que -bajo su mando- durante una década de existencia asombró por su virtuosismo y puso la pista caliente al compás de tantas sonoridades. ¿La mayor diferencia? Aquel lo componían adultos, este, adolescentes y jóvenes.
PASOS A LO INTERNO
"Me siento orgulloso de ellos, de cómo se han crecido. Unos tenían situaciones en la escuela o la casa; no han sido precisamente -como decimos los cubanos- niños de mamá y papá. También provienen de diferentes lugares; algunos vivían en otros municipios e, incluso, uno era habanero. Hasta dos se quedaban en las madrugadas fuera de su hogar, propensos a adicciones, pero los sacamos de las calles y todo eso quedó en el pasado", afirma Tratman, con una emoción latente.
"Tuve que adentrarme en su corazón; ir a la comunidad, a su escuela, reunirme con los padres… Un amigo, llamado Manolo Puig, me ayudó en ese proceso. Así, hemos sacado lo mejor de ellos. Además, me enseñan cada día", destaca.
Renacer de Lírica, a poco más de un año de creado, posee la categoría nacional que otorga el sistema de casas de Cultura, ha ganado en festivales importantes del Movimiento de Artistas Aficionados (MAA) y compartido escenario con solistas y elencos prestigiosos de Las Tunas y otras provincias. Cuenta Tratman que un día les tocó acompañar frente al público a María Victoria Rodríguez, esa grande del pentagrama cubano. Ella, según narra, veía un poco escéptica a la bisoña comitiva, pero -una vez terminada la actuación- los felicitó y hasta se disculpó por prejuzgar.
Varios de los miembros de Renacer… llegaron al proyecto a raíz de la implementación por Israel de zarabandas en centros de la Enseñanza Secundaria. "Yo era del municipio de Jesús Menéndez. Allá formaba parte del grupo Ismaelillo. Aunque me mudé para la ciudad cabecera, siempre tuve claro que quería bailar. Empecé a estudiar en la escuela secundaria básica urbana Máximo Gómez, donde había niñas que formaban parte de 'Lírica' y comentaban mucho de esto. Eso me despertó la curiosidad; así que me acerqué a ellas, hablé con Israel y comencé a venir a los ensayos. Al principio no bailaba, solo observaba; el profe quería ver mi interés. Un buen día me acogieron oficialmente y, aunque empecé a bailar detrás, no me afectó; más grande ha sido mi sueño", comenta Lynn de la Caridad Pérez Labrada, de 14 años de edad.
MOVIENDO EL ALMA
Entre los pasos de danza se cuelan historias. Unas sutiles, otras más traumáticas. Pero todas, de alguna manera, están conjugadas en pretérito. "Solo Dios sabe por qué nos unió", afirma Tratman. Palabras que corrobora Yolanda Santana Iañez, abuela de Gretel de la Caridad Pérez Palacio, de 14 años. "Este grupo me ha impactado sobremanera porque veo el énfasis que hace el profesor por sacarlo adelante; es muy preocupado. Mi nieta ha avanzado mucho, aquí realiza su sueño.
"Cuando Israel ve que un niño se comporta incorrectamente, lo corrige con sabiduría. Siempre les dice: 'Ustedes tienen que luchar cada día para ser mejores personas, no solo en el baile, sino en todo. Que donde quiera que paren, los respeten'. Aquí no se fuma ni se ingieren bebidas alcohólicas, y si una actividad se termina tarde llevamos a los menores de edad hasta su casa. Él enfatiza en la importancia de que los padres se acerquen y se preocupen por lo que hacen sus hijos".
De lunes a viernes, entre las 4:00 y las 6:00 pm, ensayan en el combinado deportivo que se encuentra detrás del parquecito de la Calle 7, en el reparto Buena Vista. Allí, adolescentes y jóvenes como Annier Emilio Hechavarría Peña (El Mellizo), a quien en la capital del país le habían recortado su sueño de bailar, encuentran un camino entre las danzas autóctonas y universales. El son, la rumba, el guaguancó, los bailes típicos de Las Tunas y otros forman parte indisoluble del repertorio del novel elenco.
Alrededor de 20 integrantes conforman la cofradía, que actualmente se prepara para participar en la Jornada Cucalambeana, que se realizará entre el 28 de junio y el 2 de julio. "Defendemos las raíces; nos distingue la cubanía. Además, no hay nada mejor que proponerse una meta y lograrla. La juventud es el cimiento de un país. Sé que mis niños van a ser relevantes porque talento tienen. Ojalá llegue el día en el que digan: 'Pasé por Renacer de Lírica y me convertí en un profesional'", concluye Tratman. Y vuelven al baile, a ese espacio vital donde cada día son mejores, en lo profesional y humano, al ritmo de sonoridades criollas y buenas prácticas.
