Las Tunas.- La Revolución Cubana nació preñada de futuros alumbramientos, muchos de estos urgentes ante las difíciles coyunturas del momento y trascendentes más allá de la etapa que les dio vida. Tal es el caso de los Comités de Defensa, una de las más auténticas creaciones del proyecto antillano.
La idea de Fidel de defender, desde cada cuadra, lo conquistado en la Sierra Maestra es, además de original, visionaria y sabia. Ante las crecientes amenazas internas y foráneas, el joven líder antepuso la ofensiva popular y depositó en el pueblo la defensa de la obra nueva para continuar con paso impetuoso hacia el futuro.
Desde entonces, investido de la originalidad, el talento y la heterogeneidad de los cubanos, los Comités de Defensa de la Revolución (CDR) han acompañado cada proceso de la Revolución. De tal manera constituyeron una fuerza movilizadora en los días de la Crisis de Octubre, Playa Girón, la Lucha contra Bandidos, las vacunaciones contra la poliomielitis y durante grandes movilizaciones populares como la zafra del 70; hoy son parte de la respuesta común a la pandemia.
En el actual escenario, la mayor organización de masas en Cuba convoca, aglutina, moviliza y participa como la original fuerza que es y dimana del pueblo. Ese quehacer también ha descollado en estos meses en los que el coronavirus ha impuesto, en cada comunidad, nuevas dinámicas de convivencia y participación social.
La organización fundada aquella noche de petardos saboteadores y multitud de pueblo también es referente para movilizar ante una problemática común en el barrio, la necesidad de ayuda a un vecino que vive solo o para recibir con orgullo al cubano que prestó colaboración a otros pueblos del mundo y al deportista que nos llenó de gloria. Todo eso y más ha correspondido y distinguido durante 60 años a los Comités de Defensa, impulsores en la provincia y en toda Cuba de la lucha antivectorial y las donaciones voluntarias de sangre, que alcanzan aquí unas 18 mil cada año.
En su afán protector contra todo aquello lesivo a la sociedad, corresponde también a los más de 400 mil cederistas de Las Tunas enfrentar las ilegalidades, el maltrato a la propiedad social, las indisciplinas sociales y velar por la tranquilidad del barrio y sus bienes.
Su participación es decisiva, a su vez, en los procesos electorales del Poder Popular y en el resguardo de las costas al evitar la entrada de drogas, labor que en Las Tunas realizan los destacamentos Mirando al Mar ubicados en los municipios de Jesús Menéndez, Manatí, Puerto Padre, Colombia y Amancio.
En esas grandes y pequeñas batallas cotidianas andan los CDR cada día y en otras que convocan a mirarse por dentro, porque aún queda mucho por hacer, mejorar y revitalizar en aras de movilizar el ingenio colectivo, tan edificante y creador.
En el año 1967, justo el 28 de septiembre, Fidel reflexionaba: "Si de repente no se contara con los Comités de Defensa de la Revolución, si de repente actuáramos como si no existieran, ¡cuántas tareas hoy fundamentales que esta institución realiza dejarían de realizarse en todos los órdenes, en todos los sentidos!".
Hagamos honor entonces a la historia y, aunque las medidas de protección contra la Covid-19 impidan la habitual celebración, rememoremos este 28 de septiembre con alegría, unidad, entusiasmo, orgullo y mucha voluntad de honrar la esencia de esta organización, guardiana de la Patria.