Ramala.- El Gobierno de Palestina aseguró que hoy al mediodía los muertos por tres jornadas de bombardeos indiscriminados israelíes contra la franja de Gaza ascienden a 43, de ellos 13 menores y tres mujeres.
La comunicación del ministerio de Salud palestino añade a la relación 296 heridos, sin incluir los casi 500 lesionados por la represión de Israel, la potencia ocupante, contra civiles inermes que protestan en Jerusalén este desde la semana pasada por la prohibición de llegar a la mezquita de Al Aqsa.
Los datos fueron confirmados por la agencia de la ONU para los refugiados palestinos la cual certificó un comunicado en el cual que de los niños muertos en el primer día de bombardeos cuatro perecieron en la ciudad de Beit Hanoun cuando su escuela fue destruida por proyectiles reactivos.
De su parte, el fiscal de la Corte Penal Internacional (CPI) Fatou Bensouda reiteró hoy que la escalada de violencia israelí contra Gaza, Cisjordania y Jerusalén este califica como crímenes de guerra según el estatuto de Roma.
El Estatuto de Roma es el instrumento constitutivo de la CPI; su adopción data de mediados de 1998 y al presente investiga los crímenes de guerra cometidos por las tropas israelíes en los territorios palestinos ocupados.
Aunque el secretario general de la ONU, Antonio Guterres, llamó a israelíes y palestinos a la calma y la Liga Árabe emitió una declaración de condena a los ataques, todo apunta a que los primeros continuarán los ataques y los segundos proseguirán la resistencia.
La presente crisis en la zona ocupada está compuesta por varios elementos combustibles, entre ellos la prohibición israelí a los palestinos de Jerusalén este de participar en los comicios legislativos programados para el próximo día 21 lo que provocó la suspensión de la consulta.
El desalojo de los árabes residentes en el distrito jerosolimitano de Sheikh Jarrah y, sobre todo, la prohibición de fieles musulmanes de orar en la mezquita de Al Aqsa durante el mes sagrado de Ramadán junto a la invasión de ese templo por fanáticos hebreos, asimismo precipitaron la violencia.
La mezquita de Al Aqsa, localizada en Jerusalén este, Al Quds para mil 500 millones de musulmanes, es uno de los tres lugares más sacros del Islam y tras la ocupación de ese segmento de la ciudad por Israel en 1967, ha sido objeto de varios intentos de destrucción por pobladores de los asentamientos ilegales sionistas en el área.