Las Tunas.- ¡Y hasta nos dijeron que habíamos comenzado a celebrar antes de tiempo! Ilusos. No comprenden todo el ardor de estos tricampeones y su fanaticada.
Porque en Las Tunas no solo se preparó la fiesta por la victoria, se ha estado celebrando, además, la alegría, la complicidad de los 27 outs en cada juego, lo lindo que quedó el CAMPEONES del Tanque de Buena Vista y la combinación verde y roja que, otra vez, nos pone en lo más intenso del mapa de Cuba.
Los Dandy del 50 recorrieron Chaparra, sonando fuerte, como La Jardinera en el “Mella”; y muchachos y muchachas gritaron a todo pulmón la alegría desde los portales, mientras otros en casa sacaron música de los calderos para que lo escuchara todo el vecindario. Dicen que alguien barrió cerca del estadio con una escoba verde, que otro se fumó más tabacos de los recomendados por el médico y que las pastillitas de la presión fueron un bálsamo cuando “la cosa” se puso dura y parecía que se complicaba.
El pueblo celebra hoy al poeta que es Dánel Castro (que se va, pero no se va, con ese don suyo de marcar todo lo importante) y también al jovenzuelo que regaló a estas tierras el jonrón más relevante de su novel carrera, la mejor prueba de que hay Leñadores para rato y, con ellos, muchas otras series por celebrar.