Las Tunas.- Con un escenario inédito entre todas las finales que han jugado hasta ahora, llegan este martes los Leñadores de Las Tunas al estadio Julio Antonio Mella de esta ciudad del oriente cubano. Dos derrotas como visitantes en el “José Ramón Cepero” ante los Tigres de Ciego de Ávila los obligan a remar a contracorriente si quieren imponerse en esta Tercera Liga Élite del Béisbol Cubano.
“Un 0-2 debajo es incómodo, pero no imposible. Solo hay que proponerse hacer un buen papel y cumplir, como siempre ha hecho este equipo”, dijo el líder de la cuadrilla verdirroja, Abeicy Pantoja, tras el segundo partido este domingo.
Pero, ¿qué pasó este fin de semana en el “Cepero”.
“Nuestros jugadores están intentando pegarles a lanzamientos fuera de la zona de strike. Antes del inicio de la final, les pedimos paciencia en el cajón de bateo y no la han tenido”, comentó el estratega tunero; y las estadísticas compiladas por el MSc. Modesto Castelló Góngora, corroboran su afirmación.
En los dos primeros juegos, la toletería tunera, colectivamente, promedió para 246, muy por debajo de Ciego de Ávila (348); mientras que sus magros sluggings de 262 y OPS (575) indican el bajón ofensivo de un equipo que regresó de la Tierra de la Piña sin cuadrangulares. Solo Yordanis Alarcón (429) y Yudier Rondón (333) sobresalieron madero en mano.
“No fuimos productivos”, confesó Pantoja; y lo visto el fin de semana lo prueba. El domingo ante José Isaías Grandales los Leñadores en 6.0 innings le conectaron 10 jits; de manera que como promedio dos de ellos llegaron a las almohadillas en cada una de las entradas en las que lanzó el avileño. Sin embargo, solo le fabricaron tres anotaciones. Peor les fue ante Ariel Zerquera un día antes. El zurdo apenas toleró 1.29 anotaciones limpias por cada nueve entradas; y ni hablemos de Yunier Batista 24 horas después, quien se las arregló para impedir que tunero alguno pisara el plato en tres innings de actuación.
“Todos estamos conscientes de la necesidad de marcar carreras. Nos reuniremos y analizaremos qué hacer en busca de una solución a esa falta de ofensiva para impulsar corredores”, explicó Pantoja.
Sobre el montículo verdirrojo, nada que señalarle a Keniel Ferraz (6.0 innings, 0.67 WHIP) y Yosmel Garcés (1.1 innings, cero jits); no así a Rodolfo Díaz, que en 1.0 inning le conectaron tres jits, entre ellos un cuadrangular clave; y Cesar García, que en 3.0 capítulos permitió siete indiscutibles y tuvo un elevado WHIP de 2.67.
Frente a esos guarismos el líder de la cuadrilla ponderó públicamente que Keniel Ferraz, Rodolfo Díaz y Alberto Pablo Civil han sido los brazos que han guiado una vez más a Las Tunas a la discusión de un cetro en torneos domésticos. “Con ellos tengo par de títulos y por eso les doy mi plena confianza. Espero que en lo que resta demuestren sus condiciones”, expresó.
Los guarismos, cual fríos reflejos de los juegos, indican que los Tigres de Ciego de Ávila tienen mayores probabilidades de ganar la serie debido a su demostrada ofensiva superior y picheo más consistente. Sin embargo, Las Tunas regresa a un “bosque encantado” con el cometido de darle un giro de 180 grados al panorama. Si aprovecha cualquier desliz de los Tigres podría sorprender, especialmente si su picheo logra contener a los bateadores rivales. No importa que sean hombres como Yordanis Samón, que hasta ahora en esta final batea para 148, pero que con un solo swing puso a ganar a los suyos. Es demasiado temprano aún para no creer que este play off no pueda extenderse a seis o siete partidos; eso sí, Las Tunas tendrá que mejorar ¡y rápido! su rendimiento.