Con esta primera entrega abrimos las páginas de 26 a esas historias y acontecimientos curiosos y probablemente poco conocidos del deporte en nuestra provincia.
¿Sabías que el considerado mejor pelotero cubano de todos los tiempos jugó y perdió en Manatí? Eran los finales de la década de 1950 cuando en esos predios se corrió la voz: “¿Se enteraron? Viene a jugar aquí el equipo Almendares”. La expectación no era para menos, se trataba de uno de los conjuntos más prestigiosos de la entonces Liga Profesional Cubana de Béisbol. Invitados por la Manatí Sugar Company, los multicampeones de las Series del Caribe llegaron a la comarca para dos partidos de exhibición ante la novena local.
Los anfitriones Piratas de Manatí se prepararon muy motivados para no hacer quedar mal a la fanaticada que colmó el estadio del poblado. Esa instalación compartía la dualidad de brindar los juegos de fútbol y béisbol, entre otras actividades.
Llegó el día, y para sorpresa de los manatienses, en la nómina del elenco visitante venía Martín Dihigo, toda una leyenda nacional, quien fue el pícher abridor del desafío de apertura.
Uno de los presentes en el encuentro no olvidaría la osadía ante un rival de semejante palmarés de Ramón Bragaña, el picher abridor por los anfitriones. Justo el primer bateador al que se enfrentó le conectó triple. Ya de nuevo con la pelota en sus manos, mientras el segundo almendarista llegaba al cajón de bateo y, mostrándoles la esférica sus rivales, les dijo: “Mírenla aquí porque ya no van a batear más”.
Aunque no hubo anotación oficial, sí quedó para la posteridad el registro hecho por otro aficionado que desde su puesto en las gradas fue escribiendo lo que sucedía jugada tras jugada. Por él, sabemos Bragaña cumplió su vaticino, caminó toda la ruta, sin permitir más más libertades al Almendares.
El Inmortal de los diamantes cubanos cayó en el aquel primero de los dos encuentros pactados, 1 carrera por 0. La anotación de los Piratas fue impulsada por el oportuno jit de un bateador del que solo conocemos que era nombrado Fallita.