Las Tunas.- El incumplimiento de la siembra de caña de primavera, con solo el 38 por ciento del plan y el ritmo de la de frío, en la que está inmerso el sector es una amenaza real a la sostenibilidad de la producción azucarera en la provincia, un territorio comprometido por sus potencialidades con los programas de desarrollo de la nación en este frente que es cultura, tradición, identidad.
Por ejemplo, en el período diciembre 2020 junio 2024 el decrecimiento cañero asciende a más de 33 mil hectáreas, que significa un 48 por ciento, en un fondo de tierra destinado a estas plantaciones que se extiende sobre 96 mil 902,1 hectáreas.
Todas las empresas agroindustriales azucareras locales andan por esos derroteros: "Colombia" decrece al 78 por ciento, "Amancio" (66), "Antonio Guiteras" (41) y Majibacoa (50), consecuencia de los reiterados incumplimientos de las proyecciones de siembra. Existen más de 55 mil hectáreas vacías, el 58 por ciento del total asignado a estas plantaciones.
Así lo explicó Eddy Felipe Hechavarría, director del Grupo de Coordinación y Supervisión Técnica de Azcuba en la provincia, en reunión de las máximas autoridades del Partido y el Gobierno en el Balcón de Oriente con directivos del ramo.
En ese universo de planes insatisfechos se conjugan factores objetivos harto conocidos y otros de carácter subjetivo, cuyo conjunto actúa como un valladar frente al imperativo de avanzar más en medio de la compleja situación económica de la Isla, porque "es posible hacer más con los escasos recursos disponibles", sostuvo Felipe Hechavarría.
Y para lograrlo se impone, como una necesidad impostergable, cambiar las estrategias implementadas hasta ahora en la siembra de caña si queremos que nuestros ingenios sigan activos, porque los pésimos resultados del territorio en esta actividad no se pueden justificar con las limitaciones de combustibles, aunque esa carencia y otras vinculadas con la falta de lubricantes, baterías y neumáticos sean un obstáculo real para un mejor aprovechamiento de la maquinaria agrícola.
Así lo valoró Walter Simón Noris, primer secretario del Partido en Las Tunas, en ese intercambio con dirigentes del grupo azucarero Azcuba, de las empresas agroindustriales azucareras y de unidades productoras en la provincia, a quienes instó a un mejor aprovechamiento de los recursos disponibles para transformar la situación actual y lograr mejores resultados.
Simón Noris indicó realizar la roturación de las tierras y la plantación de las simientes sin perder tiempo para evitar que las persistentes lluvias de estos días dañen las labores desarrolladas y obliguen a volver sobre esas áreas ya preparadas, "estamos enterrando petróleo", fustigó el dirigente partidista.
Llamó a los cuadros a fomentar cambios en la mentalidad y en la manera de dirigir los procesos, y a perfeccionar los sistemas de control sobre los limitados recursos que el país destina a los preparativos de la venidera zafra.
También hay que incrementar los ritmos de siembra, sumar a los trabajadores del sector y organizar el apoyo popular que tradicionalmente ha sido decisivo en el cumplimiento de los planes de esta importante actividad, que deviene garantía en la aspiración de que los ingenios del territorio continúen moliendo y las comunidades reciban los beneficios derivados.
El primer secretario del Comité Provincial del Partido fustigó el desconocimiento de la inmensa mayoría de los trabajadores de las 93 medidas aprobadas para salvar la agroindustria azucarera y la resistencia a la creación de los colectivos laborales, cuyos objetivos apuntan a la eficiencia y al mejoramiento de los ingresos salariales en correspondencia con los resultados.
Simón Noris convocó a no defraudar la confianza de la dirección del país en los trabajadores agroazucareros de Las Tunas, tangible en las asignaciones reiteradas de los mayores volúmenes de producción de azúcar asignados a una provincia.
Con la presencia de Jaime Chiang Vega, gobernador de Las Tunas, en el encuentro valoraron también los atrasos en los programas diseñados para procurar, desde adentro, la producción de alimentos que posibiliten mejorar la atención a los trabajadores y sus familiares, y beneficiar a las comunidades circundantes.
Se conoció que con ese propósito solamente se aprovecha el 28 por ciento de las tierras disponibles en las bases productivas y hay lentitud en la creación de módulos pecuarios.
