Las Tunas.- En clara reverencia al afán humano de medir los minutos, quedó reabierta al público este martes en el Museo Provincial Mayor General Vicente García González la sala de artes decorativas especializada en, sin dudas, una de las invenciones más asombrosas de la humanidad: el reloj.
Bajo el nombre El Tiempo…, los usuarios podrán tener una significativa experiencia museológica, por la singularidad y la amplia tipología de los objetos, el diseño contemporáneo manejado con elementos modernos como los códigos QR, la combinación de idiomas y su guiño a la literatura. El interés, al decir de la institución, es explorar no solo la ingeniería detrás de cada ejemplar, sino también su impacto en la cultura y la vida cotidiana.
Así, desfilan ante el espectador relojes mecánicos y eléctricos, comprendidos entre finales del siglo XIX y XX, con la peculiaridad de que una pieza de esta colección -el reloj público- está ubicada en el tercer nivel del edificio.
De pared a péndulo, de mesa, de bolsillo…Uno imponente como el Grandfather, de caja larga o abuelo, como se le conoce; y otro minúsculo, pero trascendental por lo que significó, como el reloj de arena, que resulta el más pequeño con 28 segundos de duración… Uno para personas ciegas o de baja visión y uno utilitario de fabricación rusa, que marca la temperatura y la nubosidad…
Es un asombro tras otro, y el tiempo, aunque implacable, parece sí, que está atrapado allí; a la vez que nos deja muy claro su naturaleza efímera, relativa y aleccionadora.
![]() |
![]() |
![]() |
![]() |
![]() |
![]() |
![]() |
![]() |
![]() |
![]() |