Las Tunas.- Entre los días 13 y 14 de diciembre, se realizó en el municipio de Jesús Menéndez la XXV edición del Concurso Tradicional de Creadores Musicales Charles Ingram in memoriam, un certamen que forma parte esencial de la cultura chaparrera y contó en esta oportunidad con ocho obras en competencia.
El cine teatro Moncada acogió las actividades en agenda, y resultó el máximo vencedor el autor e intérprete Rodolfo Velázquez González con el tema Cuando lleguen las lluvias. Asimismo, Lo que quiero, del género balada, obtuvo el segundo lauro y el Premio de la Popularidad. En este caso, se trata de una pieza del autor Eduardo Ingram Vinent, interpretada por la solista Yailén Rodríguez Ávila. El tercer puesto, por su parte, recayó en Sonero para el mundo, composición del autor e intérprete Leonel García Naranjo.
En diálogo con 26, Eduardo Ingram Vinent, fundador y organizador de la cita, expresó: "El Concurso tiene su génesis en el año 1999, en homenaje a Carlos David Ingram Johnson (Charles Ingram), destacado músico local, promotor cultural y profesor de Música de varias generaciones de jóvenes chaparreros, quien recibió -el 13 de octubre de 1983- la Distinción Por la Cultura Cubana.
"En este cuarto de siglo se han presentado 281 obras en competencia, de las cuales 147 han sido premiadas. Además, sirvió de inspiración para que -en el 2022- creáramos un proyecto llamado Charles Ingram, que -a su vez- dio origen a la cátedra del creador musical Charles Ingram in memoriam y a un Festival de Creador Musical Infantil (ya con tres ediciones), de igual nombre que la última cofradía. La cátedra, por ejemplo, ha involucrado a más de 350 niños, lo que ha contribuido al desarrollo de su talento y al impulso de diferentes talleres".
Ingram Vinent también mencionó entre los aportes devenidos de la lid el surgimiento de la compañía Alas de Colibrí, que ha asumido varios de los espectáculos de esos eventos. Esta iniciativa, además, alentó que en octubre pasado surgiera en su territorio el Primer Encuentro Internacional de Culturas y Artes, que contó con la participación de artistas locales y foráneos, una puerta abierta para la retroalimentación con países hermanos. Por todo ello, seguramente, Charles Ingram estaría orgulloso.