Las Tunas.- Todos los días del año, menos los solsticios, tienen un homólogo (fecha con la misma trayectoria solar); eso le recordaron muchas veces al arquitecto Domingo Alás al hablar con él de la Plaza Martiana.
Por supuesto, la intención de los comentarios era que el experto hiciera uso de la ciencia, ajustara la trigonometría esférica, la matemática, la física y todo lo posible, para saber el día homólogo al 19 de mayo.
Tanto le dieron al ocupado avezado que, sencillamente, lo hizo. Dedicó tiempo a los cálculos precisos y ni él mismo podía creer que la fecha era el 26 de julio.
Asegura ahora, 30 años después de la inauguración de la emblemática Plaza Martiana, que proyectó el efecto solar sin pensar en nada más que en ese día; y también dijo que su consternación no le permitió compartir el hallazgo con muchas personas.
"El 26 de julio siguiente me fui solito a la Plaza, estaba desierta y comprobé el efecto con apenas nueve minutos de diferencia. Recuerdo que pasaron dos o tres personas por allí y las llamé y se los dije; no sé ni quiénes eran, pero necesitaba confirmar el suceso con alguien más que viera cómo la luz le daba a Martí".
El arquitecto no publicó su buena noticia, se limitó a decirlo a algunos cercanos y convidó a otros a comprobarlo el Día de la Rebeldía Nacional del año siguiente.
Recuerda ahora cómo el escultor tunero Rafael Ferrero le preguntó por qué no había señalado la fecha en el calendario de la Plaza; y ratifica lo que le dijo entonces: "Nunca pensé en eso realmente, y luego la astronomía y la historia se encargaron de hacerlo posible. Es muy interesante".