Las Tunas.- Cuando el ya cercano 4 de septiembre alrededor de 80 mil 165 estudiantes ingresen a las aulas de las 651 escuelas con las que cuenta la Enseñanza General en Las Tunas para esta etapa lectiva, estará volviendo completamente la normalidad al sector.
Será este el primer curso escolar de 46 semanas completas en toda Cuba luego de la covid-19 y, por tanto, regresarán los ciclos evaluativos habituales y las dinámicas estudiantiles completas; aunque, claro está, también se mantienen algunos cambios a partir de lo que ha resultado aprendizaje en este tiempo de pandemia.
Así subrayaron directivos en el encuentro preparatorio que sostuvieron con la viceministra del sector, doctora en Ciencias Cira Piñeiro Alonso. Un diálogo en el que destacó el compromiso del territorio en dar apoyo a la etapa y lo vital de mantener la sensibilidad ante cada situación puntual que se presente desde todas las aristas posibles, entronizando al alumno, la familia y la simbiosis que es imprescindible para el éxito de cada curso escolar.
Las Tunas tiene completo el 95,3 por ciento de su cobertura docente, entre el éxodo de personas y otras razones este terruño perdió alrededor de mil 51 maestros hasta el cierre de la anterior etapa y, contando con el apoyo de los jubilados, los docentes en formación, varios contratos y otras variantes, se espera asumir esta etapa.
También trascendieron atrasos en la distribución de los uniformes escolares. Una situación que se presenta, mayormente, en los municipios de Majibacoa, Jobabo y Amancio, y debe ser revertida en las próximas horas. Y, en el sensible tema del traslado para los centros internos, fue noticia en el encuentro que de los 36 que demandan transporte, solo se aseguran 24, por lo que se evalúan alternativas para cumplir a tiempo con este particular en todos los sitios.
Igualmente conocimos de atrasos en el plan de inversiones, entre otros aspectos "porque desde abril no recibimos cemento, y todos sabemos lo complejo del tema de las construcciones en estos momentos"; faltan colchones y otros insumos en los centros internos y tampoco está del todo completa la base material de estudio en la arrancada.
Sin embargo, esto está lejos de significar -aseguraron los participantes en la reunión- que el regreso a las aulas no será un proceso de alegrías, aprendizaje y renovación; atemperado, dijeron, a los tiempos que corren y sus enormes desafíos. Y confirmaron que en el trascurso de los días estos problemas irán encontrando cauce y solución.
En el encuentro llamaron a la sensibilidad en todo momento, especialmente a la de los docentes en las aulas y a la de quienes tienen la responsabilidad de garantizar los recursos que permiten el éxito de cada proceso. Juntos, es posible.