Las Tunas.- La noticia de que Allyson Félix inauguró Pampers Nursery, la primera guardería en la historia de los Juegos Olímpicos, también ha marcado la singularidad de esta cita en París. Así, poco a poco, el universo deportivo va dando pasos que visibilizan y aportan espacio a una realidad que, pasados los años, sigue siendo tabú en no pocos escenarios: la lactancia materna.
Cifras globales confirman una reducción de las madres que, en el planeta, apuestan por lactar en estos tiempos. Y Cuba, parte indisoluble de ese entramado, igualmente luce desafíos (según datos recientes de Unicef) para alcanzar la meta del 70 por ciento de lactancia materna exclusiva durante los primeros 6 meses de vida en el año 2030.
Son muchos los motivos que influyen en alejarse de esa exclusividad y elegir complementar la alimentación de un bebé desde los primeros meses de nacido. Pasan por prismas económicos, culturales, condiciones sociales y hasta estándares de belleza; dejando a un lado, por supuesto, la incapacidad por algún padecimiento. De ahí que, la entrada en vigor del Decreto Ley 84, que extiende las prestaciones sociales por licencia de maternidad hasta los 15 meses de vida del bebé, facilitando la continuidad de la lactancia, viene a ser otro soporte del camino para revertir en la Isla esta tendencia al desapego temprano.
La norma tiene entre sus principios el interés superior del niño, y sus múltiples aciertos incluyen facilitarle a la mujer trabajadora la atención médica, el descanso pre y posnatal y la lactancia.
Pero está claro que aprobar legislaciones y viabilizar procesos no es garantía de éxito en este tipo de asunto; o sea, de nada sirve que nuevas puertas se abran a la posibilidad de lactar si no existe la visión receptiva dentro de casa y la sensibilidad en el Sistema de Salud para, cada día con más fuerza, tender puentes en tal dirección.
Por eso, en Las Tunas, el quehacer se encauza al conocimiento y la difusión. Durante estos primeros días de agosto, que el mundo dedica al tema y sus aristas, se intensifica la faena; pero, durante todo el calendario, pervive activo lo necesario para ahondar en las razones por las que lactar es más que un acto de amor, con sus pilares en los probados beneficios a los infantes.
Conversatorios, charlas educativas y debates en las salas de espera de hogares maternos, consultorios, policlínicos y hospitales del territorio; concursos, capacitaciones sobre buenas prácticas del amamantamiento, la gestión del Banco de Leche Humana del Hospital General Docente Doctor Ernesto Guevara de la Serna y la importancia de la cadena efectiva de apoyo para la madre y su bebé alientan el programa de acción.
Por supuesto, el apoyo familiar y la convicción de las múltiples ventajas de lactar siguen siendo lo más significativo. Este año, el lema de la Semana Mundial es "Cerrar la brecha: apoyo a la lactancia materna para todos"; y en ese universo de colectividad se procura mostrar las formas en las que las familias, las sociedades, las comunidades y los trabajadores de la Salud pueden respaldar a cada madre en este proceso.
Entre lo decisivo está el apoyo comunitario para que las mujeres amamanten en cualesquier momento y lugar, de modo que se normalice y no se censure en la vida pública. Por eso, lo que sucede en París rompe estereotipos y se erige símbolo de nuevos tiempos. Que lo logrado por las propias atletas inspire al orbe, a Cuba, a Las Tunas, y que nuestra medalla olímpica sea esa, la conciencia.