Las Tunas.- La reciente arrancada de la acería de la Empresa de Aceros Inoxidables (Acinox Las Tunas) marca un antes y un después en el desarrollo de la industria, partiendo de la decisión de su propio ministerio que les permite autofinanciarse y, de las ganancias económicas, pagar en divisas los portadores energéticos necesarios para la continuidad de sus producciones.
Ramón Wilfredo Ávila, director adjunto de Acinox, explicó a 26 que a pesar de la contingencia energética que vive el país, se les abrieron las puertas a la financiación propia a fin de afrontar esta situación. El colectivo es consciente de que la puesta en marcha de la empresa siempre ha sido un motivo de estrés para el consumo eléctrico de la provincia.
"Este mismo esquema de financiamiento para la adquisición del diésel, le fue aprobado a Antillana de Acero, en La Habana. También al Grupo de Reciclaje para el acopio de chatarra tanto por ferrocarril como por carretera, y cuyas entidades en un primer momento nos aportaron alrededor de cuatro mil toneladas del material básico.
"El comienzo de la producción trae como beneficio que podamos conservar la fuerza de trabajo, que se había visto deprimida por la fluctuación del personal, aun cuando se crearon estrategias con el propósito de continuar algunas producciones alternativas".
Los mecanismos buscados por los directivos de la industria del acero en la provincia para mantener a sus obreros y no perder, en cierta medida, su esencia se retoman con más fuerzas, sustentados por la necesidad de sacar adelante la economía nacional en materia de exportaciones.