Las Tunas.- Año tras año, antes y durante cada zafra, las manos de un destacado innovador de Las Tunas devuelven la utilidad a numerosas bombas de inyección, componente que dosifica la cantidad de combustible que se inyecta a los cilindros y regula las velocidades máximas y mínimas de los motores.
Es Luis Otero González, trabajador de la unidad empresarial de base (UEB) Azutecnia, antes conocida como talleres 14 de Junio y pilar insustituible de las tareas agrícola y fabril de la empresa azucarera Azcuba en el territorio tunero.
Se trata de un ser humano de gran laboriosidad, para quien no existen los horarios cuando se demanda de su esfuerzo y más si de su gestión dependen cualesquiera de los procesos asociados al corte, alza o tiro de la caña de azúcar para los centrales inmersos en la contienda.
“Aquí me dedico a comprobar la bomba de inyección, revisar sus indicadores y a repararla, en caso de que lo necesite. La última tarea es llevarla al banco, donde le damos los parámetros que lleva, y así queda lista para colocarla en el motor y darle la puesta en marcha.
“Como actividad fundamental trabajamos con Azcuba porque lo principal es la zafra y los camiones que intervienen en ella, pero también tenemos la prestación de servicios a terceros”.
Aunque es de pocas palabras, decirlo así resulta fácil. Sin embargo, detrás de lo que parece sencillo hay largas horas de estudio y diagnóstico del equipo desde que llega a la entidad. Luego son los golpes del hierro contra el hierro, el desarme, la limpieza, la revisión…
“Es difícil por la escasez de piezas que tenemos en el país. No obstante, eso nos obliga a buscar soluciones, a pensar y hacer adaptaciones usando en un equipo partes de otros; por ejemplo, se han puesto a funcionar tractores MTZ y Yumz con componentes de motores de Kamaz.
“También se han resuelto reguladores de las bombas de inyección de combustible Yuchai por la falta de plunger. La última adaptación que hicimos, y que resultó exitosa, fue una bomba radial Bosch a un camión multipropósito que tenemos aquí en el centro”.
Su aporte es constante y también su sed de aprendizaje, que devuelve en conocimientos a quienes se le acercan, ávidos de descubrir los secretos de esa técnica. Para ser siempre útil, en sus ratos libres estudia las estructuras y el funcionamiento de los nuevos modelos.
Antes de dedicarse a las bombas de inyección, este creador se graduó de técnico de Nivel Medio en Viales. Con el paso del tiempo, los derroteros de la vida le cambiaron el rumbo y lo pusieron en este camino que le satisface y al que prefiere por encima de todas las cosas.
En la UEB Azutecnia Las Tunas la innovación tecnológica marca el quehacer colectivo y es la clave para mantener la vitalidad de camiones, tractores y accesorios. Entre tan buenos trabajadores como Otero González es común un propósito: hacer que la zafra no se detenga y que los equipos de transporte sean eficientes.