Las Tunas.- El trabajo de quienes promueven la cultura física y el deporte en las comunidades de Las Tunas hoy resulta sumamente complejo; y eso porque, a los tantos dilemas materiales que acompañan nuestra cotidianidad y traban cualquier dinámica, se suman los intereses de los muchachos, cada vez más centrados en los entornos digitales.
De eso conversó 26 con Yunet Lambert Carralero, trabajadora del Instituto Nacional de Deportes, Educación Física y Recreación (Inder) en el municipio de Jesús Menéndez desde hace más de 20 años; una mujer convencida de que son más valiosas una pelota y una carrera en sacos que las tantas horas del día que muchos pasan frente a la pantalla de un teléfono, la tableta o el televisor.
Nos conocimos a fines de este año mientras participaba, con un entusiasta equipo de ese terruño, en el jaleo mambí que marcó acá las celebraciones por el Triunfo de la Revolución; y nos explicó de los esfuerzos por entrelazar intereses y llegar a todas partes con deportes en función de la salud y la alegría.
“Hacemos recreación en sitios fijos y también nos movemos de acuerdo con las necesidades o actividades que surjan en el territorio. Habitualmente estamos organizados en subgrupos en las escuelas, comunidades y la casa de cultura local.
“Es un poco más complejo para quienes atienden las zonas rurales porque, al ser la población más reducida y el personal más escaso, laboran en los lugares donde estén, no pocas veces, las tres vertientes que centran nuestro trabajo: recreación, cuidado de la salud con los círculos de abuelos y otros afines, y la captación de talentos”.
Yunet asegura que, en su experiencia en estas lides, ninguna época había sido tan compleja como la actual para motivar a los niños a actividades deportivas de este tipo; y que se necesitan siempre nuevas fórmulas para hacerlo posible.
Un camino disperso y multisectorial que tiene su mayor fortaleza, sin dudas, en tuneros como ella, personas apasionadas y diligentes que se entregan, todos los días, a la labor que aman y defienden.